JAC J7, a prueba: un compacto que, aun con áreas por pulir, rompe el prejuicio de "made in China"

Los SUV se están devorando el mercado, por eso no debería sorprendernos que la mayoría de las marcas nuevas lo apuesten todo por ese tipo de vehículos. JAC es una de esas. Los SUV representan la mayoría de su portafolio en México, pero eso no deja fuera de la jugada al JAC J7: la declaración de intenciones de la firma china en la categoría de los sedanes compactos, la misma que Jetta, Sentra, Forte y compañía.

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De toda la gama de JAC en México, el J7 me parece el del diseño más interesante y, sin duda, el de las mejores proporciones. No tiene rasgos extravagantes ni líneas arriesgadas o faros demasiado grandes, sólo una parrilla gigante que, siendo sinceros, ¿qué auto de nuestros días no la tiene?

En la categoría de los sedanes compactos, el diseño es uno de los principales motivos de compra. El JAC J7 lo aborda con destreza mediante líneas agresivas y algunos detalles de diseño realmente llamativos, como un techo en contraste o una trasera con iluminación de LED por todo lo ancho. De noche se ve como un auto más costoso de lo que en realidad es.

Su silueta también busca la distinción. No es propiamente la de un sedán clásico, sino la de un liftback, por lo que la apertura de la cajuela incluye al medallón y la tapa es algo corta para conseguir un estilo más atlético.

En general, la apariencia de este modelo tiene muy buena pinta desde fuera. Si lo notas más grande que la media de la categoría es porque sus dimensiones lo acercan más a las de un sedán mediano que a las de un compacto como Sentra o Forte. El J7 mide 4.77 metros de largo, por lo que se convierte en el exponente más largo del segmento.

Un interior que convence por equipamiento y acabados

Tenemos la creencia —¿prejuicio?— de que todo lo desarrollado por marcas chinas es económico, y aunque el argumento de toda la gama JAC es justamente ofrecerte más equipamiento por menos dinero, en el J7 no significa que estemos ante un auto con sabor low cost.

La selección de materiales en la cabina deja muy buen sabor de boca. Hay muchas superficies tapizadas en cuero sintético con costuras en contraste; hallaremos este material en tablero, consola central, asientos y paneles de las puertas —adelante y atrás—. Hay piezas muy específicas, como los botones de la consola central, que se sienten un tanto económicos, pero nada realmente alarmante.

En realidad, lo que seguramente asombrará a muchos de los interesados en este modelo son las pantallas. Todas las versiones del JAC J7 en México incluyen una pantalla vertical de 10.4" "a lo Tesla", y en la versión tope de gama que probamos también se incluye un cuadro de instrumentos completamente digital.

A simple vista, la combinación de grandes pantallas y superficies suaves impresiona, sin embargo, en el día a día hay que hacer algunos comentarios al margen, como que el acabado de la pantalla se puede rayar con cierta facilidad. No se nota cuando está encendida, pero nuestra unidad de prueba con poco más de 7,000 km ya tenía algunos arañazos visibles cuando está apagada.

Otro aspecto que no me terminó de conquistar —como en muchos otros vehículos lanzados recientemente— es que los controles del climatizador van integrados en la pantalla. Si tienes CarPlay abierto, hay que salir al menú principal para poder ajustar temperatura o intensidad, y la interfaz no es tan fluida entre cambios de pantalla, por lo que obligatoriamente hay que desviar la vista del frente.

Lo que sí me fascinó es cómo luce Apple CarPlay en esta pantalla. La interfaz aprovecha las 10.4 pulgadas, a diferencia de otros modelos con pantallas verticales, que únicamente muestran CarPlay en la franja superior y en forma horizontal. En el J7 es muy fácil ver mapas y navegar en Spotify.

El punto más fuerte de este modelo sin duda es el equipamiento. Lleva elementos que no encontrarás en ningún otro sedán compacto, como cámara de visión de 360º —con muy buena resolución— y techo panorámico. Por 420,000 pesos no encontrarás otro sedán así de completo, con asiento del conductor eléctrico —excepto el respaldo— con calefacción, sensor de lluvia, faros de LED, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, freno de estacionamiento eléctrico y llave inteligente.

Incluye un sistema de iluminación ambiental en 64 colores a elegir, sumamente atractivo porque destella al ritmo de la música, pero el mismo destello puede volverse molesto por las noches. Yo preferí desactivarlo, pero el auto tiene un sistema que lo apaga automáticamente al llegar a 80 km/h.

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En general, el equipamiento es muy completo. Lo único que quizá llegué a extrañar es un espejo retrovisor electrocrómico. En lo demás, incluyendo seguridad, cumple: ofrece seis bolsas de aire, frenos ABS y control electrónico de estabilidad. Obtuvo cinco estrellas en pruebas de choque en China; no tiene otra certificación en Latinoamérica, Estados Unidos o Europa.

Otro aspecto donde el JAC J7 se lleva buena nota es al hablar de espacio y amenidades en la segunda fila. Hay puertos USB, descansabrazos con portavasos y salidas de A/C para quienes van sentados atrás. Al ser el sedán más largo de la categoría, el espacio para piernas se ve muy favorecido, aunque el lugar para cabeza es algo limitado, sobre todo en la plaza central.

Al volante es cómodo, pero no muy dinámico

El aspecto que más falta le hace pulir al JAC J7 se encuentra al volante. Interiores, diseño y equipamiento demostraron estar al nivel de cualquier otro modelo de la categoría, pero la calidad de marcha se siente una o dos rayitas por debajo de la media. No significa que sea una catástrofe al volante, simplemente le hace falta mejorar aspectos específicos.

La dirección tiene un tacto extremadamente blando y poco comunicativo, por lo que no transmite demasiada precisión al momento de trazar curvas de carretera o esquivar objetos, como un bache. La suspensión, por su parte, brilla por su sensación de robustez al circular por asfalto maltratado, pero tanta suavidad penaliza el dinamismo; al ser tan blando, la carrocería tiende a inclinar más de lo habitual. El auto invita siempre a una conducción más relajada.

Ahora bien, hablemos del motor. Sobre el papel suena muy interesante: un motor turbo de 1.5 litros de 148 hp y 154 lb-pie con transmisión automática CVT. Los arranques desde cero se sienten ágiles, con una respuesta inmediata del acelerador, pero conforme vamos ganando velocidad, notaremos que esa respuesta impetuosa no es la misma a lo largo de todo el velocímetro.

El motor en sí mismo es bueno y su curva de potencia es la adecuada, con algo de turbolag, pero menos que otros de sus competidores. Es la transmisión CVT la que no aprovecha del todo las bondades del propulsor. Busca siempre mantenerse a bajas revoluciones para ahorrar combustible, al grado de no disprar revoluciones cuando hundimos más el pie en el acelerador; estira el cambio desde la zona baja del tacómetro y evita a toda costa inclinar demasiado la aguja. Esa falta de rapidez en su respuesta sin duda limita todo lo que este motor es capaz de lograr.

Finalmente, al hablar de consumo, el JAC J7 promedió un rendimiento de 10.6 km/l en ciudad, una cifra que no apantalla ni llega a decepcionar. Se ubica en la media de la categoría.

Un sedán que vale la pena por precio y equipamiento

El segmento de los sedanes compactos se pone cada día más competitivo. El JAC J7 tiene dos ases bajo la manga para que los clientes casados con nombres de toda la vida volteen a verlo. Una es el diseño, que resulta llamativo por su silueta y el trabajo de iluminación; otro es el precio. Por 420,000 pesos ningún otro sedán ofrecerá este nivel de equipamiento, combinado con un motor turbo.

Quizá le falte algo de refinamiento a su manejo y un organismo de seguridad con estándares exigentes que critique o aplauda su nivel de protección en caso de choque, pero en general, y a falta de demostrar fiabilidad a largo plazo —tiene 5 años de garantía—, el JAC J7 me parece competitivo. Su mayor dolor de cabeza es un Mazda3 de precio similar, con mejores acabados y una dinámica superior, y que sólo se despide de un par de elementos de equipamiento, como techo panorámico o monitor de punto ciego.

De la gama del J7, la versión más interesante es la intermedia, que por 379,900 pesos mantiene el motor turbo y muchos de elementos destacados de equipamiento. La versión de entrada, con precio de 349,900 pesos, es interesante por espacio y motor, pero que renuncie a las bolsas de aire tipo cortina complica recomendarlo. Si me lo preguntas, el J7 intermedio es el que hay que comprar.

JAC J7 Limited

$420,000

• Motor: 4 cilindros turbo de 1.5 litros
• Potencia: 148 hp
• Par: 154 lb-pie
• Transmisión: Automática CVT
• Tracción: Delantera
• Frenos: Disco / disco
• Peso: 1,440 kg
• Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
• Suspensión trasera: Independiente multibrazo
• Longitud: 4,772 mm
• Cajuela: 540 litros
• Consumo en ciudad: 10.6 km/l
• Capacidad del tanque: 55 litros
• Ensamblado en: México