Comparativa: SEAT Ibiza vs. Suzuki Swift vs. KIA Rio vs. Mazda2
No hay día en que no nos pregunten por alguno de estos cuatro autos. El KIA Rio, el SEAT Ibiza, el Suzuki Swift y el Mazda2 son los hatchbacks del momento y aunque ya hemos hablado antes acerca de ellos, los hemos reunido frente a frente por primera vez para obtener conclusiones aún más precisas.
Los cuatro van detrás de los consumidores más jóvenes. Fueron concebidos como objeto de movilidad urbana, pero quieren ir más allá de un mero medio de transporte. Bien sea desde el diseño, los acabados, el equipamiento o el manejo, cada uno de estos cuatro modelos tiene una flecha al corazón. ¿Hay algún ganador absoluto? Vamos a averiguarlo.
4º Mazda2 — $286,900
Es el frasco más pequeño de zoom-zoom y sorprende lo bien adaptado que está a la filosofía de Mazda. El diseño KODO, que se estrenó en el CX-5 hace ya buenos años, ha permeado hasta el modelo de acceso a la gama y nos deja con un Mazda2 de luces de conducción diurnas en LED, con una bonita parrilla y la silueta característica de la casa. Fue el primero de los cuatro en estrenar generación y luce igual de fresco que sus rivales.
Lo más brillante del Mazda2 recae en sus acabados. Si hablamos de calidad, es la referencia de su categoría, sin pensarlo dos veces. Parte del tablero, del panel de las puertas y de los asientos va forrado en piel color café con costuras visibles. A lo largo de la cabina también encontraremos materiales que simulan fibra de carbono y aluminio cepillado, lo que favorece mucho la impresión de calidad. Imita incluso a modelos premium: lleva una perilla para controlar el sistema de infotenimiento e incluye head-up display —el primero que probamos que funciona con lentes de sol polarizados— aunque limitado únicamente a mostrar información de velocímetro y control de crucero.
No hay subcompacto con mejores acabados que el Mazda2. Extraordinario.
Es en el equipamiento donde el Mazda2 se vuelve menos convincente. La grata sensación de calidad lo hace lucir más completo de lo que en realidad es. Hay rines de aluminio de 16 pulgadas, faros de LED, climatizador automático, doble puerto USB, tapicería en piel e incluso asientos calefactables, pero nos queda a deber una cámara o sensor de reversa, quemacocos, luces automáticas y una llave de presencia real —la que lleva sólo funciona para encender el motor por botón, pero no para abrir puertas.
Desde el volante, a mi parecer, el Mazda2 es el modelo más equilibrado de su categoría y lo hace con talento. La suspensión es blanda, pero agarra sorprendentemente bien en curvas y, a pesar del tacto artificial de la dirección, los movimientos son precisos. Sí, hay zoom-zoom en sus reacciones y la posición de manejo es extraordinaria. Filtra correctamente irregularidades y su andar en entornos urbanos es muy agradable. A los frenos, si acaso, les falta una mordida más intensa.
Quizá el motor sea lo único que no le favorece. Su respuesta es correcta para el segmento, pero con sólo 106 hp y 103 lb-pie hay que mantener elevado el rango de revoluciones para explotar todo el potencial. El tema es que, de los cuatro, es el motor que más vibraciones produce y también de los más ruidosos, lo que resta atractivo a un vehículo que se percibe de tanta calidad. La transmisión aprovecha correctamente la potencia del propulsor de 1.5 litros y ayuda a mantener un consumo promedio de 12.1 km/l en ciudad.
El Mazda2 es muy llamativo, pero no un ganador. Es competente en casi todos los aspectos e incluso se lleva mención honorífica en calidad, pero se queda debajo de sus rivales en equipamiento, espacio interior y, algo importantísimo, seguridad. Hay ESC, pero es el único que sólo ofrece bolsas de aire frontales. Ojo ahí, Mazda.
7.50
A favor
- Los acabados del interior: exquisitos.
- El equilibrio entre confort y agilidad.
- La sensación de coche caro.
- La posición de manejo.
En contra
- Sólo lleva dos bolsas de aire.
- El espacio interior no sobra.
- El motor produce muchas vibraciones.
- La llave de presencia sólo es para encender el motor.
3º SEAT Ibiza — $287,400
SEAT tenía al ganador del segmento, pero no logró colocarlo al precio necesario. El Ibiza FR 1.0 TSI es una maravilla, pero ya roza los 330,000 pesos. A nuestra comparativa asistió el modelo que sí encaja con lo que cuestan las versiones más equipadas de sus competidores, el SEAT Ibiza Xcellence.
El diseño, como ya lo hemos dicho antes, es muy parecido al León. Hay quienes se lo critican y otros que se lo aplauden. Lo cierto es que entre los espejos color titanio y el peculiar dibujo de su iluminación de LED, el Ibiza se ve costoso y eso gustará a un cliente tan aspiracional como el millenial.
Ahora puede llevar seis airbags. El equipamiento es bueno y su infotenimiento es el mejor de la categoría.
El interior recurre a materiales rígidos, pero muy bien combinados para dar la impresión de que se trata de un auto de mayor calidad. Este color Magenta Místico combina plásticos en el tablero con el tono de la carrocería, pero en el resto de la paleta de colores el acabado interior es negro brillante —que habrá que ver cómo le sienta el trato de los años. Los ensambles son su talón de Aquiles. Con poco más de 4,000 kilómetros ya se escuchaban vibraciones en las puertas.
Lleva iluminación ambiental, la luz de lectura es de LED y la pantalla táctil luce costosa. A ello se suma el cuadro de instrumentos más funcional del cuarteto al integrar distintos menús en una pantalla táctil para leer la completísima computadora de viaje, información del reproductor de música, realizar llamadas desde el volante y revisar alertas del vehículo.
El equipamiento es completo, pero no el más. La interfaz del sistema de infotenimiento es maravillosa —por no decir la mejor del segmento— y admite Android Auto y CarPlay. También hay faros de LED, llave inteligente, un enorme quemacocos y sensor de reversa, pero por el precio bien pudo haber integrado climatizador automático, navegación o quizá una cámara de visión trasera.
Su manejo es bueno, pero no tiene la misma chispa que un Swift o un Mazda2. La suspensión es muy blanda y se agradece en ciudad, pero no transmite la confianza necesaria antes de trazar curvas. Lo curioso es que si entramos algo más rápido de lo esperado, el auto conserva su trayectoria mucho más fácil de lo que hubiéramos imaginado. Una suspensión ligeramente más firme y una dirección menos blanda no le vendrían mal. Aunque ojo, que para quien guste de mayor rigidez, el FR está en la oferta y viene acompañado de más equipamiento.
Su pecado es el motor. El bloque de 1.6 litros le queda justo y requiere de revoluciones altas para maniobras rápidas. En ocasiones, incluso en la zona alta del tacómetro se siente algo falto de energía. Desarrolla 110 hp y 114 lb-pie. Con transmisión manual de cinco velocidades nos marcó 11.6 km/l. Si consideramos una diferencia del 6.5% en los consumos anunciados por SEAT, el rendimiento del modelo automático de seis cambios deberá rondar los 10.8 km/l.
A resumidas cuentas, el SEAT Ibiza es un auto muy competente, pero si quiere ser el líder debe apostar por un mejor propulsor. Si te gusta, es buena compra siempre que lo pidas con el paquete de seguridad que, por alguna razón, SEAT mantiene como equipo opcional —y por sólo 3,000 pesos. Así, con ABS, ESC y seis airbags, el Ibiza es muy interesante.
7.88
A favor
- La pantalla táctil luce y se siente costosa.
- Es el más espacioso de los cuatro.
- El nivel de refinamiento general es muy bueno.
En contra
- Las bolsas de aire laterales y tipo cortina son opcionales.
- Potencia justa.
- Algunos ensambles pueden mejorar.
2º KIA Rio — $309,900
Llegó a México hace poco más de un año y ya es un avistamiento común en las calles. Bien sea por su diseño, la garantía de 7 años o la relación valor/precio, el KIA Rio se ha convertido en uno de los favoritos de su categoría. El modelo que llegó a nuestras manos para esta evaluación corresponde al tope de gama, el EX Pack.
De su apariencia no hay mucho que agregar, salvo el hecho de que es el único de los cuatro que no lleva faros de LED —las luces de condución diurna sí recurren a esta tecnología. Luce atractivo, de fuerte inspiración europea y con el ADN de la última ola de lanzamientos de la firma coreana.
Es el más equipado, pero también es notablemente más costoso que sus rivales.
El interior está muy bien resuelto. Los instrumentos son de fácil lectura, los botones están en el lugar correcto y ninguna de las superficies con las que tenemos contacto cotidiano se siente corriente, a pesar de que en su interior todos los plásticos son rígidos e incluso el que recubre la parte superior del tablero perca de brilloso. Los ensambles sí que son sobresalientes: los mejores de los cuatro. Aun con más de una decena de miles de kilómetros, no había ruidos.
Por equipamiento, el Rio es líder de la comparativa, aunque también es el más costoso. Lleva climatizador automático, sensor de luz y de lluvia, llave inteligente, cámara y sensor de reversa, quemacocos, tapicería en piel, infotenimiento compatible con Android Auto y CarPlay y espejos plegables eléctricamente. No hay elementos apantallantes como head-up display, navegación o iluminación ambiental, pero es el más completo de los cuatro. En seguridad cumple con seis airbags, frenos ABS y control electrónico de estabilidad en todas sus versiones —siempre que no pidas el modelo "exclusivo" para flotillas.
La puesta a punto del chasís es brillante. Los rines de 17 pulgadas no son lo óptimo para absorber impactos, pero la amortiguación alcanza a entenderse bien con terrenos maltratados. Su dirección es rápida y precisa, el recorrido de la suspensión es corto y transmite mucha confianza en curvas. Es un Rio que da gusto manejar.
El problema, al igual que los dos modelos anteriores, es el motor. Su propulsor de 1.6 litros de 121 hp y 111 lb-pie se ve mejor sobre el papel que en la práctica. Es el más potente, pero todo ese poder se encuentra a un rango de revoluciones muy alto y la transmisión prefiere quedarse en la zona baja del tacómetro para buscar un mejor rendimiento de combustible, que al final de la prueba tampoco fue extraordinario: 11.1 km/l en ciudad.
La gran ventaja del KIA Rio respecto a sus competidores es que no hace nada mal. No se le puede criticar por ser el más pequeño, el que más combustible gasta, el de peores acabados o el más caro de mantener. Sobresale en temas como equipamiento, manejo y garantía, y mantiene un equilibrio en el resto, lo que lo vuelve recomendable ante un público más general: el que no quiere un coche especialmente bueno en algo, pero muy competente en todo.
7.96
A favor
- Es el más equipado de los cuatro.
- Su manejo transmite confianza en toda situación.
- Tiene garantía de 7 años.
- El trabajo de ensamble es sobresaliente.
En contra
- La potencia está a altas revoluciones.
- El consumo puede elevarse si no eres cuidadoso.
- El precio es elevado.
1º Suzuki Swift — $282,990
El diseño de esta nueva generación es continuista y no ha gustado a todos, pero deja claro el interés de acercarse a consumidores jóvenes a través de una apariencia fresca, iluminación de LED y acceso a paquetes de personalización para parrilla, espejos, plásticos interiores y kit aerodinámico. Es el más corto de los cuatro y eso trae desventajas al hablar de espacio interior. Mejora respecto a su generación anterior, pero aún así queda apretado en la segunda fila y la cajuela... aunque, sorpresivamente, acomodó mejor a nuestro editor más alto que el Mazda2.
Sus acabados son modestos. Hay un uso correcto de colores y formas, pero los principales materiales del tablero califican como rígidos y brillosos, además de acusar un trabajo de ensamble con mucho margen de mejora. Hay crujidos en cristales, cuadro de instrumentos, tablero y puertas.
Sufre si hablamos de materiales y ensambles, pero su manejo es brillante. Ágil, divertido, estable y sumamente ahorrador.
Todo lo mejor del Swift llega al hablar de equipamiento y manejo. En lo primero califica como completo al llevar climatizador automático, infotenimiento con pantalla de 7 pulgadas —de interfaz no tan intuitiva, pero que compensa con compatibilidad con Android Auto y CarPlay—, faros de LED, rines de aluminio, controles al volante, llave inteligente, espejos abatibles eléctricamente, sistema de navegación y (gracias) cambios al volante. Nos hubiera gustado que llevara cámara de reversa o mínimo algún sensor de proximidad. Un quemacocos como el de la generación anterior tampoco estaría mal.
El manejo lo hace valer cada centavo y es el responsable directo de que, con las flaquezas mencionadas anteriormente, el Swift llegara a lo más alto de la tabla. En términos dinámicos, todo es una sucesión de buenas decisiones: una carrocería muy (muy) ligera, una dirección rápida y directa, frenos competentes, una caja bien escalonada y un motor turbo de tres cilindros.
El Swift toma curvas como pocos, con una confianza que ya nos hace babear por una versión deportiva —calma, llegará pronto. Por la poca masa a desplazar, las transferencias de peso son cosa de risa, las aceleraciones son rápidas y el motor turbo de 110 hp y 118 lb-pie desarrolla suficiente par desde bajas revoluciones, lo que permite mantener un rendimiento de 14.5 km/l.
En ciudad, donde se enfrenta a baches y topes, no lo hace mal, pero la suspensión de recorrido corto a veces ocasiona que el impacto de las llantas se escuche y sienta más de lo deseado. No es incómodo y compensa totalmente por la diversión al volante que este esquema implica.
El Swift Boosterjet se corona campeón del segmento, pero ojo, que esta conclusión sólo aplica para la versión evaluada. Por alguna razón, Suzuki dejó sin control electrónico de estabilidad a los modelos con motor atmosférico y eso le resta atractivo frente a lo que podemos encontrar en sus rivales, más aún si consideramos que Rio e Ibiza ya pueden llevar seis airbags desde el modelo base, mientras Swift GLS se queda sólo con airbags frontales y frenos ABS.
7.99
A favor
- El manejo: ágil, estable y muy divertido.
- Su rendimiento de combustible es muy bueno.
- La respuesta del motor, incluso a bajas revoluciones
- Es el más barato.
En contra
- No hay cámara o sensor de reversa.
- Los acabados son modestos y los ensambles pueden mejorar.
- El costo de mantenimiento está por encima de la media.
- No sobra el espacio en la banca trasera.
El coche perfecto no existe
Los cuatro modelos son muy deseables y destacan de una decena de opciones, pero ninguno es perfecto. Si tuviéramos que armar el coche perfecto, tomaríamos la extraordinaria selección de materiales del Mazda2, el diseño de su interior y la posición de manejo. Lo montaríamos en el brillante chasís del Suzuki Swift y su motor turbo, lo bañaríamos con el equipamiento del KIA Rio y lo remataríamos con el espacio interior y el refinamiento general del SEAT Ibiza.
Si hacemos de lado el tema de producto y nos centramos en costos, hay diferencias importantes. Por tres años, el más barato de mantener es el SEAT Ibiza, aunque KIA Rio y Mazda2 no quedan muy lejos; Suzuki Swift, en cambio, se sale de la media con un total de 15,770 pesos. En contraparte, el costo del seguro del SEAT Ibiza está por encima del de los asiáticos. En garantía, KIA toma la delantera.
Cada producto tiene su cliente objetivo. Si tu prioridad es la diversión al volante o el ahorro de combustible, el Suzuki Swift es el ganador indiscutible. El KIA Rio está para conquistar jóvenes, pero también para un público más general que requiere un auto espacioso y piensa conservarlo bastantes años. El SEAT Ibiza es el que mejor integra tecnologías de conectividad y lo hace envuelto en una espectacular iluminación LED: un coche que deberás tener en tu garaje si te gusta presumir. El Mazda2 se queda con quien busque sabor premium y manejo entretenido, aunque la carencia de airbags laterales y tipo cortina nos rompa la ilusión.
En el segmento hay otras opciones. Están, por ejemplo, Honda Fit para quien busque espacio, Peugeot 208 con una propuesta diesel interesante, Ford Fiesta sin miedo al paso de los años, Nissan Note con ofertas de financiamiento muy relevantes, Toyota Yaris con garantía de durabilidad, Volkswagen Polo con un motor turbo en la baraja, entre muchos otros. Nosotros elegimos a los cuatro más solicitados.
(Si no puedes ver correctamente esta tabla, da clic aquí)
Modelo | Suzuki Swift | KIA Rio | SEAT Ibiza | Mazda2 |
---|---|---|---|---|
Diseño interior | 82 | 85 | 90 | 88 |
Calidad | 73 | 82 | 83 | 88 |
Equipamiento | 71 | 76 | 70 | 62 |
Seguridad | 78 | 79 | 82 | 61 |
Prestaciones | 77 | 68 | 66 | 68 |
Comportamiento | 92 | 84 | 81 | 84 |
Espacio interior | 66 | 73 | 75 | 63 |
Consumo | 91 | 70 | 67 | 75 |
Costos | 77 | 91 | 82 | 83 |
Relación valor/precio | 92 | 83 | 92 | 78 |
Total | 799 | 791 | 788 | 750 |
Precio | $282,990 | $309,900 | $287,400 | $286,900 |
Fichas técnicas
(Si no puedes ver correctamente esta tabla, da clic aquí)
Modelo | KIA Rio | Mazda2 | SEAT Ibiza | Suzuki Swift |
---|---|---|---|---|
Motor | 1.6 litros | 1.5 litros | 1.6 litros | 1.0 litro turbo |
Potencia | 121 hp @ 6,300 rpm | 106 hp @ 6,000 rpm | 110 hp @ 5,800 rpm | 110 hp @ 5,500 rpm |
Par motor | 111 lb-pie @ 4,850 rpm | 103 lb-pie @ 4,000 rpm | 114 lb-pie @ 3,800 rpm | 118 lb-pie @ 1,500 rpm |
Transmisión | Automática de 6 vels. | Automática de 6 vels. | Automática de 6 vels. | Automática de 6 vels. |
0 a 100 km/h' | 10.3 s | 8.7 s | 10.4 s | 10.6 s |
Consumo urbano | 11.1 km/l | 12.1 km/l | 10.8 km/l | 14.5 km/l |
Mantenimiento (3 años) | $9,005 | $10,694 | $7,397 | $15,770 |
Seguro (anual) | $10,770 | $11,386 | $14,718 | $10,875 |
Fabricado en | México | México | España | Japón |
' Cifra oficial del fabricante