Un coche con motor diésel no contamina más que uno de gasolina, pero te hace más daño. Te lo explicamos

Recientemente el diésel ha causado mucha controversia en el mundo. Es bien conocido que es un combustible eficiente, seguro, y casi tan sencillo de comprar como la gasolina. Su problema es la mala fama adquirida por las grandes nubes negras de humo que expulsaban —o expulsan todavía— los grandes camiones pesados que circulan dentro de la ciudad.

Y aunque las cosas han cambiado y la tecnología de los motores diésel de vehículos particulares ha minimizado las emisiones de gases tóxicos, mucha gente sigue creyendo —así como que se debe calentar un coche antes de andar— ideas obsoletas acerca de estos motores. Hace poco probé un Vento TDI, y quedé tan satisfecho con lo poco que gasté de combustible esa semana, que sentí la necesidad de desmentir los mitos acerca de los motores cuya nomenclatura llevan una "D" relacionada con el combustible que los impulsa.

Más lejos

Queriendo encontrar la verdad, decidí investigar diferentes tipos de vehículos que comparten todo, menos el motor y el combustible. Misma marca, modelo, año, equipamiento, peso muy similar, tracción en 2 o 4 ruedas, en fin, las opciones existen y aunque es difícil determinar un porcentaje, siempre son los motores diésel los que ofrecen mejor rendimiento y mayor autonomía. ¿Qué nos dice esto? Que sin importar si andamos dentro de la ciudad o somos errantes, vamos a recorrer mayor distancia con la misma cantidad de litros de diesel que de gasolina. De hecho, entre más lejos vayamos con un solo encendido del motor, más eficiente es el diésel por su capacidad de trabajar mejor a altas temperaturas. Algunos ejemplos:

• Volvo XC60 Inscription D5 AWD -- 18.2 km/l* (diésel)

• Volvo XC60 Inscription T5 AWD -- 13.7 km/l* (gasolina)

• BMW 330d TA -- 20.4 km/l* (diésel)

• BMW 330i TA -- 18.2 km/l* (gasolina)

• SEAT León FR TDI -- 22.7 km/l* (diésel)

• SEAT León FR TSI -- 20.4 km/l* (gasolina)

**datos de www.km77.com*

Los motores diésel contaminan más

Cierto. Pero al consumir menos, se compensa. El problema que se ha ido haciendo menos con el pasar de los años, es que del escape de un vehículo diésel emana NO2 (dióxido de nitrógeno), que es más nocivo para nuestros pulmones y denso en la atmósfera, y se queda casi al nivel de piso. Por otro lado, por componerse de partículas más pesadas, cae más rápido al suelo, momento en el cual se deja de respirar.

Con los filtros de partículas DPF que se exigen en EEUU y Europa, estudios recientes arrojaron que los coches de gasolina emitieron, en promedio, 10 veces más de partículas de carbono a una temperatura estable de 10° C, y ¡62 veces más! a menos de 7° C. El arranque en frío no les sienta bien a los motores de gasolina, a pesar de ya no ser un factor relevante a la hora de la compra. Cabe mencionar que un** motor diésel requiere la mitad de cambios de aceite** que uno de gasolina durante su ciclo de vida útil.

En esta ocasión no vamos a mencionar los conocidos casos de alteración de cifras de emisiones, ya que entonces sólo nos queda de dos, o confiar en que los demás no declaran cifras engañosas, o creer que todos los fabricantes de coches mienten. Un ejemplo de emisiones de CO2 es:

• Peugeot 301 de gasolina -- 154 g/km*
• Peugeot 301 de diésel -- 108 g/km*

**datos del fabricante*

Poder y velocidad

Si los motores diésel fueron elegidos originalmente para la maquinaria pesada fue por algo. Debido a su construcción, funcionamiento a alta presión (de 14:1 a 25:1) y sobrealimentadores de aire, producen más torque a menores revoluciones del motor, otorgando una fuerza que se siente en el cuello cuando aceleramos a fondo. La velocidad no aumenta de manera rápida, pero si el coche va lleno o hay una pendiente, no lo resiente.

En cambio los motores de gasolina que tanto disfrutamos, han sido llevados al máximo de revoluciones posible con afinados sonidos, sensación de seguridad a cualquier velocidad y tecnología en la electrónica. La compresión varía entre 8:1 y 12:1 entre todas las cilindradas disponibles y con el añadido de distintas aplicaciones de electricidad, ya es posible que se apaguen incluso cuando vamos en marcha.

La confiabilidad es comprobada con ambos tipos de combustible y ésta es muy subjetiva para cada usuario, pero sin duda los motores funcionan mejor, y por más tiempo que nunca. Los motores diésel requieren de una mayor carga en el acumulador para arrancar.

Años luz

Este dato es enteramente subjetivo, pero los motores diésel tienen fama de funcionar por millones de kilómetros, no tanto así los de gasolina. La realidad es que con un buen mantenimiento frecuente y atendiendo cualquier falla que se pudiese llegar a presentar, cualquier motor está mejor hecho cada día que pasa. Es 4% más caro, en promedio, reparar un motor diésel por ciertas complicaciones que ocupa su funcionamiento, a su vez, son más eficientes a temperaturas extremas, en cualquier coordenada del espectro.

¿Qué cuesta y vale más?

A estas alturas, aunque los motores diésel son más caros de producir, lo que determina el precio final de un modelo específico, es el nivel de equipamiento que incluya de serie. Dicho esto, sí encontré una tendencia en que los símiles con motor diésel son más caros, a veces poco, a veces no.

AUDI Q7 ELITE

• TFSI 3.0 quattro: $1,324,900
• TDI 3.0 quatrro: $1,344,900

VOLKSWAGEN VENTO COMFORTLINE

• 1.6 l, 105hp, manual: $220,990
• 1.5 l turbodiésel, 110hp, manual: $259,900

Final feliz

Compra el coche que más te —en este orden— convenga, guste, cueste. Ya vimos que la diferencia real es que el tipo de partículas que emite el diésel están en contacto más directo con todos nosotros y por eso se vuelven más nocivas, sin embargo, y no me canso de decir esto, consumen menos combustible, que en la carrera larga, contamina menos, cuesta menos y vale más.

La única solución real a esta controversia es: no importa que combustible uses, lo importante es que lo uses menos. El serio problema de congestión vehícular se debe a que la mayoría de los que tenemos auto particular, lo usamos solos. Es importante poner atención a los sistemas de car-sharing, a mantener nuestro vehículo en un óptimo estado mecánico, y si no podemos dejarlo en casa, al menos compartirlo el mayor tiempo posible. Un arrendamiento es una buena manera de cambiar el coche familiar seguido, así los motores no se hacen viejos y seguiremos adquiriendo nueva tecnología cada 3 o 4 años, periodo suficiente para estar actualizados.

Las armadoras ya hicieron lo posible por disminuir las emisiones al mínimo, y en realidad, es a lo que le han dedicado más tiempo e inversión en la última década. Queda en nosotros, los automovilistas, en ser inteligentes en la cantidad de recursos que consumimos.

Conclusiones breves

Motor de diésel: Usa menos combustible y aceite, requiere menos mantenimientos programados pero su reparación es más cara. Son ideales para vehículos de trabajo que requieren de torque para remolcar o activar periféricos hidráulicos o neumáticos. Recorres más distancia con la misma cantidad de litros. Sus emisiones son más nocivas, a pesar de ser en menor cantidad.

Motor de gasolina: Más técnicos disponibles. La gasolina Magna es más barata por litro que el diésel. En ciertas ciudades hay mayor disponibilidad de gasolina. Son más suaves y silenciosos. Con más caballos y menos par, hacen que el coche sea más veloz.