Desde la llegada del Dodge Challenger Hellcat, la idea de una versión del Grand Cherokee con ese motor fue algo que los fans querían ver. Tomó varios años pero afortunadamente FCA lo hizo posible, convirtiendo su SUV familiar en un verdadero monstruo del asfalto. Aunque pesa más, el Grand Cherokee Trackhawk tiene ciertas ventajas en cuanto desempeño sobre su primo, principalmente la capacidad de poner toda esa potencia en el piso.
El motor Hellcat es un V8 supercargado de 6.2 litros con 707 caballos de fuerza. La potencia es tanta que le cuesta un poco de trabajo al Challenger transferirla toda al piso, por lo que obtener los mejores tiempos de aceleración es complicado, cosa que se facilita en el Trackhawk gracias a su tracción integral.
Ambos modelos cuentan con exactamente el mismo motor. El Trackhawk es mejor poniendo la potencia en el piso pero también pesa más que el Hellcat, lo que hace que un arrancón entre estos dos sea sumamente parejo. Este video nos muestra realmente quién es más rápido, aunque cabe destacar que el Hellcat tiene llantas especiales para arrancones, lo que hace que el resultado sea todavía más cerrado de lo que crees.
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