Volkswagen Polo 2015, prueba (parte 2)

Al cerrar las puertas y hacer girar la ignición, el motor de 1.6 litros cobra vida. No es necesario abrir el cofre para notar que dentro ya no se encuentra el eficiente bloque de 1.2 litros turbo; la ausencia de los emblemas TSI y el sonido proveniente del motor son suficientes claves para entender que ahora el Volkswagen Polo 2015 se ofrece con una mecánica más sencilla y, por ende, más fácil de mantener, pero menos emocionante.

Pisamos embrague, metemos primera y arrancamos. Este motor de 1.6 litros, compartido con Volkswagen Vento, ofrece 105 caballos de fuerza y 112 lb-pie de torque, pero la rapidez con la que sube de revoluciones le permite ganar velocidad con cierta facilidad. El ritmo ideal de este motor se encuentra pasando las 3,500 revoluciones y se mantiene hasta alcanzar las casi 5,000 rpm. Entiéndase por ideal como el rango en el que se percibe más poderoso, porque para ahorrar gasolina lo mejor es hacer los cambios al llegar a 2,000 rpm.

En general, esta mecánica cumple, pero hay dos apartados que no terminan de convencernos. El primero se refiere directamente al sonido y las vibraciones que transmite el motor, ya sea al encenderlo o al acelerar. En este sentido, el Volkswagen Polo 2015 no se percibe tan refinado como otros modelos de la competencia, pero sí se nota más robusto.

El segundo punto que mejoraríamos del Volkswagen Polo 2015 es el tacto del pedal del clutch, que en trayectos largos de tráfico denso puede llegar a cansar. No es un Vocho, pero tampoco es tan suave como otros modelos. Eso sí, gracias a la firmeza del embrague y los movimientos de la palanca, la transmisión manual del Polo 2015 es bastante precisa.

A fin de cuentas, la misma plataforma

A nivel conducción, el Volkswagen Polo 2015 no lo hace mal. No se maneja igual que el modelo anterior, pero se conserva el talento de esta plataforma que ha servido como base también para SEAT Ibiza y Audi A1. En el caso concreto del nuevo Polo, la suspensión y la dirección apuntan hacia la suavidad y demuestran su enfoque urbano al circular por calles maltratadas o realizar maniobras de estacionamiento. Por su parte, los frenos detienen con fuerza a pesar de haber tenido que decirle adiós a los discos en el eje trasero.

Dado que no hay computadora de viaje, tuvimos que sacar pluma y calculadora para obtener los consumos del Volkswagen Polo 2015. Conduciendo como cualquier mortal, conseguimos 13.5 km/l con un cuarto de combustible; siendo más exigentes con el acelerador para medir la respuesta del motor a altas revoluciones, el consumo rondó los 11.3 km/l.

¿Y el automático?

Se ofrece una versión con cambio Tiptronic que ya probamos en el Vento. Gana en refinamiento, pero aprovecha menos la potencia.

Sin ser brillante en ningún apartado, el Volkswagen Polo fabricado en la India resulta una opción de compra interesante. Dista de ser el líder del segmento —como lo era el modelo fabricado en España— pero, al final, todas las modificaciones que recibe este modelo son como una flecha de dos puntas: Acabados más sencillos, pero con una reducción de 20 mil pesos en el precio; menor rendimiento por parte del motor, pero mayor fiabilidad mecánica y menores costos de mantenimiento.

Como conclusión, no queda más que citar a uno de nuestros lectores, que en la primera parte de la prueba hizo un comentario en el que lo resume todo:

El Polo en México fue como haber visto a una chica guapa en la calle, regresas a buscarla y ya no la encuentras, unos elegirán a cualquier otra que ande en esa misma calle, conformándose con ello, otros caminarán más y buscarán en las calles vecinas algo que llene sus expectativas... — andyrock, 2015

Ficha técnica del Volkswagen Polo 2015

En Motorpasión México | Volkswagen Polo 2015, prueba (parte 1)