Donald Trump ascendió al poder en Estados Unidos este 20 de enero, e inmediatamente anunció su intención para que México y Canadá paguen 25 de aranceles en productos exportados a Estados Unidos, lo que incluirá los autos fabricados en nuestro país.
“En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, aplicaremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos”, dijo el ahora presidente de EE.UU.
Pero los planes de Trump en realidad conllevarían un encarecimiento generalizado de precios: con un arancel de esta magnitud, los autos podrían costar 3,000 dólares más, un precio que eventualmente se transferirá al consumidor final, según análisis de Bloomberg y Carscoops.
Estados Unidos importó desde México el equivalente a 87,000 millones de dólares en autos, así como 64,000 millones de dólares en autopartes, esto tan solo en 2024 y sin contar diciembre. Los coches también fueron la segunda mercancía más importada desde Canadá, con cifras de 34,000 millones de dólares.
Según los reportes, la intención del nuevo gobierno estadounidense es comenzar a imponer los aranceles tan pronto como el 1 de febrero.
Como sabemos, Estados Unidos tiene activos unos aranceles del 100% en la importación de autos eléctricos desde China, lo que prácticamente hizo inviable la venta de estos EVs en aquel país.
Pero un arancel de 25% en todos los productos, así como en los autos, solo trasladará este impuesto a las empresas importadoras, y a su vez, a los consumidores, según CNN. La gasolina, alimentos y bebidas alcohólicas también sentirán este impacto.
Cuando Trump seguía en campaña y comenzó a amenazar con este impuesto, la presidenta de México, Claudia Sheibaum, declaró que a un arancel vendría otro en respuesta desde México a los productos de Estados Unidos. Ya veremos si estas tarifas entran en vigor realmente, así como sus efectos en el mercado internacional.
