Sí, todos cambiamos cuando estamos frente al volante y en la mayoría de las ocasiones, no es culpa de nosotros. El que pasemos de Dr. Jekyll a Mr. Hyde depende de factores que, en muchos casos son ajenos a nuestro control: agentes de tránsito, el típico tráiler que se volcó en carriles centrales del periférico provocando un congestionamiento kilómetrico, la señora que se estacionó en doble fila en una callecita de apenas seis metros de ancho, etc.
El estrés es, al igual que el aire acondicionado, los aromatizantes que van en las entradas del aire acondicionado, inseparables compañeros de todos los automovilistas y esto es algo que sabe los psicólogos sociales de la London School of Economics and Political Science (LSE).
Ellos, en conjunto con Goodyear realizaron un estudio de seguridad vial para conocer el comportamiento de los conductores y al final lograron definir siete tipos de personalidades que se manifiestan con frecuencia:
El Profesor: aquel que asegura que los demás saben en qué se equivocan y quiere que reconozcan sus esfuerzos.
El Sabelotodo: Cree estar rodeado de inútiles, y por lo consiguiente, se limita a gritarles desde la zona de seguridad de su vehículo.
El Competitivo: Siempre quiere ir por delante de los demás y es capaz de cerrar el paso para evitar que lo adelanten.
El Justiciero: Le gusta castigar a aquellos que cree que han hecho algo mal y hasta se puede bajar del coche para enfrentarse directamente a quien se haya equivocado. Estos conductores abundan en México.
El Filósofo: Acepta los errores de los demás e intenta dar una explicación racional, siempre controlando sus sentimientos.
El Evasivo: Considera a los infractores un peligro y los trata de forma impersonal.
El Fugitivo: No es aquel que se da a la fuga, sino aquellos que se refugian en su vehículo con música o incluso hablando por teléfono con tal de evitar interactuar con los demás conductores.
Sobre estos comportamientos al volante, el el Dr. Chris Tennant, psicólogo social a cargo del proyecto de investigación en la LSE, apuntó:
La mayor parte del tiempo podemos sentarnos cómodamente en el coche y disfrutar del viaje, pero en cualquier momento podemos vernos obligados a interactuar con otros conductores. Esto convierte a la calle en un entorno social complicado e incierto. Aunque nosotros solemos preocuparnos de cómo conducen los demás este estudio sugiere que su forma de actuar también depende de lo que nosotros hagamos. Somos nosotros los que creamos esas personalidades que nos disgustan.
La aportación de Motorpasión México al estudio
Cómo se ve que este catedrático nunca ha manejado en nuestro país. A los tipos anteriores, Motorpasión México agregaría los siguientes:
El MeVale: El típico que circula por el carril de alta o se estaciona en doble fila estorbando y que hace caso omiso de los claxonazos y del repetitivo cambio de luces.
El Pulcro: aquel que no permite que nadie coma o beba nada en su carro, por miedo a que lo ensucien. Y ni hablar de permitir que alguien fume en su vehículo.
El implacable: íntimamente ligado con el Competitivo y el Justiciero. No deja que nadie pase antes que él y hace correr a los peatones que osan cruzar en su camino.
A decir de los investigadores, este tipo de conductas puede ocasionar situaciones peligrosas al momento de manejar. Saber qué tipo de conducta solemos manifestar y qué situaciones la provocan es el primer paso para controlarla mejor y hacer así de la calle un lugar más seguro para nosotros y para los demás. Dicho en otras palabras, no debemos dejar que “nuestro otro yo” emerja cuando nos ponemos al volante.
Ahora confiesanos: ¿con cuál tipo de conductor te identificas tu?
En Motorpasión México | Diferentes tipos de conductores ¿Con cuál te identificas?