No lo parece, pero esto es un Porsche. El modelo más feo de la marca pretendía algo insólito: ser el Tsuru de su época

No lo parece, pero esto es un Porsche. El modelo más feo de la marca pretendía algo insólito: ser el Tsuru de su época
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Cuesta trabajo imaginar a una marca como Porsche desarrollando modelos como un Aveo, pero en este mundo todo es posible. Hace 30 años, la misma marca detrás del icónico 911 estuvo a punto de fabricar un sedán pequeño y barato, y aunque el proyecto finalmente no fue aprobado, el desarrollo llegó muy lejos. Esta es la historia del Porsche C88.

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Un concurso organizado por China. Corría el año de 1994 y Porsche necesitaba encontrar nuevas formas de hacer dinero. China abrió una jugosa oportunidad: convocó a 20 marcas internacionales para que participaran en un concurso en el cual debían diseñar un auto económico y familiar. Chrysler, Ford y Mercedes-Benz también entraron a esta contienda.

Un coche tremendamente austero, pero creado por Porsche. La firma alemana encomendó la tarea a su equipo de ingeniería que, estando tan acostumbrado a la perfección de un 911, tardó únicamente cuatro meses en desarrollar el C88. Las defensas estaban sin pintar, los rines eran de acero y el interior optaba por plásticos sumamente baratos. El diseño respondía a la moda de los 90 al optar por rasgos redondos y posiciones creativas para los distintos mandos del vehículo.

No sólo es el Porsche más feo de la historia, también es el más lento. Con un motor de 1.1 litros y tan solo 65 hp, el Porsche C88 tardaba 16 segundos en llegar a 100 km/h y podía alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h. El prototipo empleaba una transmisión manual, aunque Porsche también tenía lista una caja automática de cuatro cambios.

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¿Y el logo de Porsche? Seguramente te estarás preguntando por qué el C88 no llevaba ningún emblema de la marca. La respuesta no es clara. Algunos sugieren que Porsche no quería "contaminar" su marca con un modelo tan económico y alejado de su atmósfera deportiva. Otros aseguran que fue exigencia del gobierno de China. Por ejemplo, el volante tiene un triángulo formado por tres puntos que representan la filosofía de un solo hijo que regía a China en aquella época: madre, padre e hijo.

La jugada sucia del gobierno chino. Aunque no era el Porsche más bello, el C88 cumplía con todas las características requeridas para el concurso. Sorpresivamente no ganó. Nadie lo hizo. China recibió las propuestas, agradeció a los participantes y canceló la contienda, dejando a las marcas con la sensación de haber sido estafadas: "el gobierno de China nos dio las gracias y se quedó gratis algunas ideas. Si ves a los autos chinos, podrás notar en ellos muchos detalles de nuestro C88".

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La mudanza del proyecto y la intención de venderlo en Europa. Porsche no se dio por vencida tan fácilmente. Aunque el proyecto estaba destinado a China, el C88 fue desarrollado para cumplir con las normativas europeas de la época, dejando abierta la posibilidad de venderlo —de alguna forma— en el Viejo Continente. Podía llevar frenos ABS y dos airbags, y el motor de 1.1 litros cumplía con la regulación de emisiones. La marca intentó llevarse la producción hacia India, pero terminó por cancelarlo debido a la falta de viabilidad.

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Hoy vive en el Museo Porsche. El prototipo forma parte de la colección exhibida en el museo de la marca en Alemania, recordándonos que cualquier esfuerzo, por descabellado que sea, valdría la pena para poder seguir fabricando autos como el 911. El modelo que finalmente llegó a rescatar las finanzas de la compañía nació unos años después. No fue un sedán barato, sino un SUV de lujo: el Porsche Cayenne.

Fotografía | Porsche

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