
Entre las excentricidades de los millonarios para transportarse, contamos no hace mucho la manera en que Steve Jobs cambiaba de auto cada seis meses para evitar ponerle placas. Ahora toca recordar la historia de la vez que el CEO de Ryanair creó una empresa de taxis simplemente para poder circular por la vía preferente en la ciudad.
Michael O’Leary, director ejecutivo de la aerolínea desde 1994 y uno de los hombres más ricos de Irlanda, es un CEO controvertido. Es conocido por hablar con groserías, hacer comentarios mordaces y una actitud desafiante tanto frente a autoridades como a otros empresarios. Al mismo tiempo, ha llevado a la empresa a un éxito indiscutible, con más de 13,400 millones de euros en ganancias en 2024.
Pero la historia que nos atañe en esta ocasión tiene que ver con su medio de transporte personal. Fan de su Mercedes-Benz S-Class pero por lo visto no del tráfico de Dublín, O’Leary obtuvo a principios de los 2000 una placa de auto de taxis para crear una empresa aparte.
El taxi registrado fue, en efecto, su Mercedes, con lo que tenía permitido circular por el carril destinado a los vehículos de pasajeros, más desahogado que el resto. De esta manera, hacía el recorrido cotidiano desde su casa, en la ciudad de Mullingar, hacia el Aeropuerto de Dublín, donde está la sede de Ryanair.
Un vacío legal para moverse por el tráfico
La empresa se registró bajo el nombre O’Leary Cabs, pero también operaba bajo el nombre Tillindale. Y aunque los servicios de taxi figuraban entre su descripción empresarial, lo cierto es que también servía como granja para criar caballos, negocio de su esposa.
Tal uso de los huecos legales solo para moverse por la ciudad en su auto de lujo con mayor rapidez despertó las críticas, a las que el CEO de Ryanair respondió en su momento.
“Es un taxi negro, está registrado en Millingar, tengo un conductor con licencia de chofer, y si quieren cambiar las regulaciones que dicen que puedo recoger gente en Dublín, lo haré con gusto, incluso mucho más barato”, afirmó en un programa radial en 2003, según recoge LAD Bible.
Lo cierto es que el auto de la ‘empresa’ tenía taxímetro y, según The Guardian, se cobraba al empresario una tarifa de unos 86 euros por viaje. De esta manera, Tillindale reportó ingresos de casi 71,000 euros en 2008, y de unos 96,000 euros en 2009.
Las actividades del taxi de O’Leary eran conocidas porque la empresa era obligada a publicar reportes anuales, con lo que se supo que en 2011 se puso a la venta el Mercedes por 20,000 euros y 275,000 km en su podómetro.
Sin embargo, en otra jugada empresarial, O’Leary convirtió a la empresa de su taxi personal en ilimitada, lo que le permitió desde entonces librarse de los reportes que debía proporcionar a las autoridades, según explicó el medio local Irish Independent.
Desde entonces, prácticamente todo registro de la actividad de transporte del empresario se volvió un misterio, y no se sabe con seguridad si todavía utiliza un taxi privado para circular por la ciudad. Lo cierto es que, hasta el momento de ocultar sus operaciones, su pequeña empresa de taxis ya había acumulado ganancias de 583,000 euros desde su fundación.
Imágenes: World Travel & Tourism Council, Irish Typepad vía Wikimedia Commons