No es una mentira que el espectáculo de la Fórmula 1 en lo últimos años ha ido en decadencia comparado con aquel que se vivía, por ejemplo, en los ochentas. La superioridad de algún equipo / piloto en específico, los avances en la tecnología colocada en los autos, los nuevos trazados y las erradas decisiones de la FIA, como el grandioso nuevo método de clasificación (léase en tono sarcástico) son solo algunos de los puntos para el mencionado declive del espectáculo.
Solamente tuvo que pasar la primera carrera de la temporada para que se cancelara el nuevo sistema de clasificación y se decidiera, entre miembros de la FIA y los mismos equipos, regresar al antiguo. Te contamos lo que pasó en el Gran Premio de Australia para revertir en cuestión de horas lo que se planeó con meses de anticipación.
La especulación era mucha y la tensión también, llegó el día de clasificación y la meta de lograr un mayor espectáculo no se alcanzó. El nuevo método suponía igualmente tres rondas como el anterior, solamente que ahora la eliminación de un auto sería cada 90 segundos y no al final de cada tanda como venía siendo costumbre.
El resultado fue muy malo, los pilotos, equipos y fanáticos no terminaron de comprender el nuevo sistema y el espectáculo, lejos de mejorar, empeoró ya que en la Q2 y Q3 hubo tiempo de pista en el que no había ningún auto corriendo y la pole position se había definido minutos antes de terminar la clasificación; a grandes rasgos, los más rápidos ya habían dado su mejor vuelta y los más lentos no tenían posibilidad de mejorar además de que cuidar los neumáticos era parte de la estrategia.
Así que, más vale viejo conocido que nuevo por conocer y a partir del Gran Premio de Bahrein, vuelve el sistema anterior.
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