
El Volkswagen Tiguan 2025 ya está en México, fabricado en Puebla y listo para competir en el segmento de las SUVs compactas. La tercera generación de un auto que nació en 2007 trae cambios significativos en diseño, tecnología y confort, que revelan sus aspiraciones de un nivel que se acerca a lo premium. O así lo plantea Volkswagen. Lo manejé en las carreteras de Baja California Sur entre subidas y bajadas, curvas y planos, en pueblos y autopistas: ¿estuvo a la altura?
Primero lo primero: el motor es un cuatro cilindros 1.4 litros turbocargado con 150 hp, acoplado a una transmisión automática DSG de siete velocidades. Aunque una de las preguntas principales que nuestros seguidores nos hicieron llegar en Instagram es si habría una versión con motor de 2.0 litros, la marca dejó claro que lo que manejé es lo que hay, sin planes de momento de alguna otra variante. Teniendo en cuenta que competidores como Mazda CX-5 tienen opciones de hasta 228 hp, quizá algunos clientes echen de menos algo más de potencia.
Con todo, al alternar entre el modo D y el modo Sport, noté una diferencia clara en la respuesta del acelerador, con una conducción más reactiva en carretera y un comportamiento estable en distintos terrenos. Una buena manera de exprimir lo disponible de potencia para satisfacer la mayoría de necesidades de conducción.
Esta diferencia entre modos de manejo también afecta el turbolag que puedes esperar de este vehículo. Los motores turbo suelen pecar de este defecto, que es un retraso entre el momento que pisas el acelerador y la respuesta de potencia del motor. En mi experiencia, fue notorio principalmente en el modo D, con quizá fracciones de segundo de espera, sobre todo al pisar a fondo. En el modo Sport, como fue natural debido a las mayores revoluciones de la máquina, este delay fue imperceptible.
Tiguan 2025: diseño y equipamiento
El Tiguan 2025, recién salido de la planta de Volkswagen en Puebla, se ofrece en tres versiones que parten desde los 599,990 pesos hasta los 771,900 pesos para la versión R-Line, que conduje para esta prueba.
El diseño exterior cambia por completo. La parrilla ocupa casi toda la parte frontal y se combina con faros Matrix LED en la versión tope de gama. En la parte trasera, el logo de Volkswagen se ilumina en rojo y una línea LED une las calaveras, lo que da un aspecto futurista.
Pero el rediseño del Tiguan vino desde su chasis. Ahora está montado sobre la nueva plataforma MQB Evo, (la misma del Audi Q6, Golf 8 o Cupra Formentor) que la marca dijo que permite un voladizo trasero más corto y un ligero aumento de la distancia entre ejes. No alcancé a comprobar si esta nueva y ligera plataforma me daba mayor rendimiento de combustible, pero sí se nota en el amplio espacio de los asientos traseros.
Tres de los siete colores disponibles para el SUV son nuevos, que son el azul Monterey, verde Avocado y gris Ascot, y estos dos últimos fueron mis favoritos por lo bien que combinan con el diseño modernizado. La versión R-Line destaca por su tapicería diferenciada, rines más grandes, pantalla de 15 pulgadas y sistema de sonido Harman Kardon de 12 bocinas.
El interior adopta un estilo minimalista. La pantalla central capta la atención y concentra el sistema de infoentretenimiento. La conectividad con Apple CarPlay y Android Auto es inalámbrica o por cable, y Volkswagen integra su propio asistente de voz, IDA, pero la falta de conectividad a internet —que ofrece en otros mercados— limita sus funciones exclusivamente a iluminación, clima, radio o teléfono.
En todo caso, hasta Siri es más útil para seguir solicitando música, mapas u otras preguntas.
En la misma línea, la perilla en la consola central maneja modos de ambiente con distintas iluminaciones. El aire acondicionado de tres zonas se ajusta desde la pantalla, eliminando botones físicos, algo que podría no ser del agrado de todos los conductores, aunque ciertamente hacia allá vaya la tendencia de cada vez más fabricantes.
En cuanto a tecnología de asistencia, el Tiguan 2025 equipa sensores en cada extremo, cámara de reversa y visión 360°, además de un asistente de estacionamiento. Funciona de la siguiente manera: al circular lentamente por un estacionamiento, el auto puede avisarte que encontró un lugar. Solo tuve que presionar Iniciar en la pantalla para después quitar las manos del volante y pedales mientras el auto maniobraba por su cuenta. Esta tecnología puede ser útil para quienes batallen con estacionarse, pero no es tan rápida como la habilidad de un conductor experimentado. De todos modos, los sensores y ayudas visuales y sonoras ya facilitan bastante cualquier maniobra.
En carretera, encontramos luces altas automáticas, control de crucero adaptativo y asistente de mantenimiento de carril, como no podía esperarse menos para un auto de su categoría. En rendimiento, la ficha técnica indica hasta 13.6 km/l en ciudad.
Un peso sobre los hombros
El lanzamiento en México del Tiguan coincide con un contexto desafiante para Volkswagen a nivel global. La marca enfrenta una crisis en Europa debido a su transición hacia autos eléctricos, con bajas ventas y el posible cierre de fábricas. En contraste, en nuestro país el Tiguan sigue siendo clave en la estrategia de SUVs de la firma, y la producción mexicana se destina también a los mercados de EE. UU., Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Perú, entre otros.
En este sentido, el Volkswagen Tiguan 2025 mantiene su posición como una SUV confiable y tecnológica, con un diseño renovado y equipamiento mejorado. Su propuesta motriz pudo ser más agresiva, y algunos detalles como el asistente de voz IDA podrían afinarse, pero su equilibrio entre manejo, tecnología y comodidad lo mantienen como una opción interesante en su segmento.