Pienso en los tres autos que me gustaría encontrar bajo el árbol y lo único que se me ocurre es que necesitaré un árbol muy grande para que quepan ahí abajo. Esto de elegir nunca ha sido lo mío, sobre todo cuando se trata de autos; son tantas las opciones, que al final escoger sólo tres puede llevarme horas y horas.
Pero no tenemos todo el día, ni yo ni Santa Claus. Hagamos esto más fácil: un coche que no se trague mi quincena, uno chiquito pero picoso y, como broche de oro, un auténtico deportivo para no llegar con las manos vacías al Autódromo.
Opel Corsa
Sí, soy un ridículo, pero que quede claro que no pido nada que no pueda ser. Desde siempre he sido fanático de los hatchback pequeños, y como uno siempre quiere lo que no puede tener, hagamos que Santa Claus rompa la barrera del Atlántico y deje bajo el árbol un Opel Corsa color Azul Acero con motor de 1.0 litros turbo y 115 hp.
Volkswagen Golf R
Si los Golf y Golf GTI nos han gustado, ahora que el precio no es impedimento y las distancias no existen, no hay razón para decirle que no a un Volkswagen Golf R con 300 caballos de fuerza y tracción en las cuatro ruedas. Es un coche que, definitivamente, todos deberíamos manejar antes de morir.
Lamborghini Huracán
No es para diario, sólo para los eventos especiales. Con un V10 de 5.2 litros que pone 610 caballos a la merced del pie derecho, uno no vuelve a pedir nada más en la vida. ¿Que si me he portado bien para recibirlo? Bueno, de eso hablamos luego, lo importante es mencionar lo bien que le queda el color blanco al Huracán... o el verde.