Audi A3 Cabriolet, prueba (parte 1)
La vida está llena de caprichos, caros o baratos, grandes o pequeños, pero son esos detalles que, para bien o para mal, nos brindan la capacidad de ver la vida y lo que pasa en ella desde otro punto de vista, siempre sacándonos una sonrisa en el rostro. Y sí, probamos el Audi A3 Cabrio, un capricho hecho para disfrutarse, literalmente, de sol a sol.
Coordinadamente la primavera llegó a nuestro país y también lo hizo a nuestras manos la versión Cabrio del pequeño A3, auto que se vende en México también en versiones hatchback y sedán, cada una de estas dos con su respectiva variante deportiva denominada S3 pero... en otra ocasión hablaremos de ellas ya que el sensual descapotable nos espera.
Sensualidad en versión topless
Personalmente pienso que los autos que te dan la oportunidad de viajar a placer sin un techo que se interponga entre tu cabeza y el cielo deberán ser concebidos desde un principio como tales, no partir de otra versión, llámese coupé / hatchback / sedán, etc. El A3 Cabrio parte de su versión hatchback, lo cual no es de mi completo agrado pero que claramente dejó de importarme al observarlo en todo su esplendor, de pies a cabeza y sintiendo esa seducción por parte del auto para manejarlo y sentirlo, como cuando una mujer te trata de seducir con plena seguridad de sí misma, o un hombre, para no caer en asuntos machistas.
Con el techo de lona colocado, el A3 Cabrio no luce mal, se nota un gran trabajo en su estética existiendo una armonía entre el diseño del auto y la capota negra para que ésta no parezca un elemento extraño que solamente se le colocó por encima.
Ahora bien, su mejor vista es aquella en la que se despoja del techo; le bastan menos de 20 segundos para que el mecanismo eléctrico quite la lona y la guarde por completo detrás de los asientos traseros convirtiendo a este A3 Cabrio en un verdadero imán de miradas y claro, también envidias.
Interior Audi
Por dentro del A3 Convertible las cosas son como nos tiene acostumbrados la marca alemana, sin exageraciones, sin gran cantidad de botones y con una calidad de materiales digna de un auto premium aunque la insonorización de la cabina, al tener un techo suave, deja pasar más ruido al interior que cualquier otro A3, situación que es aceptable.
Al abrir las puertas nos damos cuenta que su tamaño es suficiente para dar paso a dos personas que podrán ocupar las plazas traseras que si bien no son las más amplias ni las más cómodas, serán disfrutadas plenamente en cualquier amanecer o atardecer, momentos en los que es ideal llevar descubierto el techo de este pequeño cabrio.
En cuanto a las plazas delanteras, el espacio y confort son ideales, el sistema MMI situado en el centro de la consola es suficiente para manipular casi todos los elementos que equipa el auto, ello a través de una pantalla que encontramos en la parte superior central del tablero que en una primera impresión parecerá sencillo pero al acostumbrarse a él te darás cuenta que esa sencillez es parte de la elegancia que lo caracteriza.
Hablaremos de cómo nos fue en ciudad, carretera y a altas velocidades, con y sin techo, en la segunda parte de esta prueba...
Fotografía | Salvador Sánchez Díaz Más en Motorpasión México | Audi A3 Cabrio, prueba (parte 2)