Una de las fiestas más extremas que "azotan" el norte de nuestro continente son los llamados Spring Breaks. Ford decidió organizar su propia Fiesta extrema, pero en lugar de emplear las siglas SB, decidió usar ST. Aunque en esta ocasión la S proviene de Sport, el resultado es el mismo: diversión garantizada y excesos a la merced de tu pie derecho.
El Ford Fiesta ST pertenece al casi olvidado segmento de los subcompactos deportivos. Anhelados por muchos, pero disfrutados por pocos, estos autos se caracterizan por un diseño al estilo racing, dimensiones compactas, motores turbo y caballos de fuerza que dan suficiente para comer aquí y para llevar.
Chico malo
Un deportivo con cara amable es un deportivo subestimado. Ford sabe que para triunfar en este segmento no basta con ofrecer buen desempeño dinámico, por ello el Fiesta ST recibe un buen puñado de accesorios estéticos que lo alejan del modelo convencional. Pierde la cara de "niño bueno" y recibe una parrilla con acabado en panal, faros oscurecidos, fascia y rines específicos para esta versión, faldón, alerón y un difusor muy bien terminado. El resultado es un hatchback de alma racing que probablemente seguramente será la envidia de todos los amantes del tuning... sólo que éste ya viene modificado de fábrica.
El único detalle que probablemente no será del agrado de los más puristas es el número de puertas. Se tiene la creencia de que un auténtico deportivo no debe tener más de 3, pero el Ford Fiesta ST hace caso omiso a esta costumbre y emplea una carrocería de 5 puertas. Sería una mentira decir que el Fiesta ST deja de ser deportivo por esto, de hecho creemos que las puertas traseras le han venido muy bien; es más práctico para el día a día y no pierde su carácter deportivo.
El futuro nos ha alcanzado
Antes de entrar a la parte más divertida del Ford Fiesta ST, hagamos un pequeño recorrido por su habitáculo. Lo que hace algunos años era impensable para el segmento de los subcompactos, el día de hoy está incluido en las versiones más equipadas (o deportivas) de prácticamente cada representante de esta categoría.
En lo que respecta al Fiesta, los materiales en que está fabricado el tablero muestran buena calidad, y los ensambles son bastante buenos. El diseño, como buen Ford, es futurista; sobresale la gran pantalla que da lugar al sistema de entretenimiento MyFord Touch, donde podemos controlar desde el clima automático hasta el equipo de sonido (Sony HD) y la sincronización con el teléfono celular.
El resto del equipamiento está compuesto por asientos Recaro con calefacción, controles de audio y de velocidad crucero al volante, equipo eléctrico, encendido por botón, sistema MyKey, faros de niebla, ABS, ESP y 7 bolsas de aire.
El Ford Fiesta ST, ¿un auténtico deportivo?
Quizá al subtítulo le sobren los signos de interrogación, pero hay quienes consideran que un auto de este tamaño no puede ser llamado deportivo. El Ford Fiesta ST viene a demostrar de qué está hecho y con su motor 1.6 EcoBoost (turbo) es capaz de callar a cualquier persona que se atreva a realizar este tipo de comentarios. Su pequeño bloque desarrolla 197 caballos de fuerza y 214 libras pie de torque, de las cuales 177 están disponibles desde las 1,600 revoluciones.
Asociado a una transmisión manual de 6 velocidades, la aguja del velocímetro del Ford Fiesta ST toca los 100 km/h en cuestión de 6.9 segundos. Por si esta capacidad de entrega de poder no resultara suficiente argumento, el chasis cuenta con una puesta a punto específica para este modelo, con una suspensión más firme y una dirección que apunta siempre con precisión.
Multifacético
En resumen, el Ford Fiesta ST es el tratado de paz entre la deportividad y la utilidad. Entre semana podrás conducir un subcompacto eficiente, bien equipado y útil gracias a sus puertas traseras; los fines de semana podrás sacar a carretera o a pista un auténtico cohete de bolsillo.
Su precio es de 319,900 pesos, etiqueta que podría sonar excesiva para un subcompacto, pero que hasta cierto punto se justifica con la carga emocional que recibe. Sus rivales son el SEAT Ibiza FR (que se queda corto en potencia), el Volkswagen Polo GTI y el recién llegado Peugeot 208 GT, de manera indirecta debería hacerle frente al Fiat 500 Turbo, al Audi A1 y al Mini Cooper.
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