La segunda generación del Ford GT es un auto completamente diferente a su predecesor. El modelo original era un tributo al mítico Ford GT40 de la década de los 60, y como tal estaba estilizado para rendir tributo al viejo campeón. Aunque utilizaba tecnología contemporánea, no era nada fuera de lo común para su época, entregando una experiencia de manejo sin adulterar con los sistemas de seguridad necesarios, nada más. El nuevo Ford GT es un animal completamente diferente y busca elevar las barreras de la tecnología en el segmento de los superdeportivos para ser el auto más rápido que pueda ser.
El nuevo Ford GT cuenta con más de 50 sensores diferentes que leen todo tipo de información en tiempo real y a velocidades comparables con las mejores computadoras de la actualidad. Esto quiere decir que se generan cerca de 100 GB de información cada hora. Según la marca, esto es el equivalente a la descarga de 25 mil canciones, pero lo que se está generando es información que va desde la posición de los pedales hasta la cantidad de humedad que hay en el aire.
Procesar toda esta información requiere bastante poder, por lo que hay 25 computadoras que son controladas por 10 millones de líneas de código. Según Ford eso es más código del que se utiliza en el Lockhead Martin F-35 Lightning II y le permite al auto analizar 300 MB de información por segundo. Esto hace al Ford GT una super computadora diseñada alrededor de un auto. Todas las lecturas que puede hacer le sirven para mantenerse igual de estable a 25 km/h como a 250 km/h.
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