En torno a los autos eléctricos siempre hay un debate que no para de crecer. Y es que si bien muchos hablan de lo limpios que son por usar electricidad para moverse, no muchos le dan visibilidad a los contaminantes extra que producen en su proceso de fabricación respecto a los que se producen con un auto común a combustión. Afortunadamente, aún con ello y gracias a los avances tecnológicos, después de un tiempo no tan largo, los eléctricos terminan siendo mucho más limpios que los de combustión, incluso si la energía con la que se cargan se creó con fuentes no sustentables.
Construir autos eléctricos contamina mucho más que construir autos a combustión
Que un eléctrico en su proceso de construcción es mucho más contaminante que un auto a combustión tradicional es totalmente cierto. Esto se da porque no solo se toman en cuenta las emisiones directas del proceso de fabricación en la planta donde se arma el auto. También están implicadas las emisiones indirectas.
Como emisiones indirectas tenemos todas aquellas que provienen de las maquinas encargadas de minar los metales con los que se fabrican, el transporte de esa materia prima, los procesos de refinamiento, el transporte de los componentes ya creados hacía las plantas, entre muchos otros, porque es más que obvio que la fabricación de un auto no solo depende de la planta donde se arma, si no de decenas de otras industrias para completar un solo producto.
La principal causa de que los eléctricos sean más contaminantes antes de que siquiera lleguen a las calles es la batería, pues como sabemos usan mayores cantidades de elementos raros como el litio y cobalto. Estos son elementos difíciles de minar y procesar; justamente en el procesamiento es donde se desperdician muchos recursos y se crea mucha contaminación.
Eso sí, dejemos claro que los autos eléctricos no tienen toda la culpa o ¿a caso crees que tu celular, computadora, tablet, y cientos de otros objetos que usas a diario y que funcionan con baterías se crearon de una manera limpia?
Ok contaminan más al producirse, pero otro hecho es que entre más los uses más limpios son
Si de inmediato al salir de la fabrica contamos quién contamino más, el eléctrico será el mayor perjudicado, sin embargo, una vez que empiezan a rodar, poco a poco el eléctrico será más limpio.
Esto no se dice a la ligera, el New York Times publicó un artículo en el claramente comprueban que un auto eléctrico se vuelve más limpio que uno a conducción después de poco tiempo. Dicho estudio cita que un sedán tardaría entre 1.4 a 1.5 años en ser más limpio que un equivalente a combustión, una pick-up eléctrica logrará lo mismo en 1.6 años, mientras que los SUV eléctricos tardarán entre 1.6 y 1.9 años en lograrlo.
Esto acorde al promedio de distancia recorrida al año en Estados Unidos, misma que es de 14,263 millas o bien, 22,954 km, una cifra no tan lejana al promedio en México que oscila entre los 15,000 y 30,000 km.
Dicho tiempo puede acortarse si la energía usada para recargarlo proviene de fuentes limpias, es decir, energía eólica, solar, hidroeléctrica o nuclear.
¡Oh, sorpresa! Aún cargando el eléctrico con electricidad generada por diesel, gasolina o carbón a largo plazo son más limpios
El ciclo de combustión es relativamente sencillo, sabemos que consta de: admisión, compresión, expansión/explosión y escape. Simple. Sin embargo, lo que muchos ignoramos es que no es el proceso más eficiente del mundo. Aún en nuestra era cuando un motor turbo de 4 cilindros es capaz de generar el doble de poder que un V8 de hace 45 años, los motores a combustión de gasolina solo tienden a aprovechar entre un 15% y 30% de la energía creada por ese ciclo.
El resto del poder se pierde en en calor, ruido, el mismo recorrido que tiene entre cigüeñal y ruedas, alimentación de banda para alternador, entre otros.
En contraste en un auto eléctrico entre el 85% y 91% de la energía llega integra del motor a las ruedas. Lo que resta tiende a perderse en alimentar pantallas, aire acondicionado, asistentes y otros elementos que generalmente están activos constantemente. Sin embargo, gracias al frenado regenerativo, parte de esa energía tarda más desperdiciarse.
Al aumentar esa eficiencia, es menor la cantidad de energía necesaria para cargarlos y afortunadamente, los avances en ciencia y tecnología nos acercan cada vez más a un futuro con baterías con mayores capacidades, menor peso y menos uso de materiales raros, tal cual explica Clean Technica.
Quien se pueda permitir ahora dar el salto a la movilidad eléctrica probablemente este comenzando a ayudar a frenar los estragos de la contaminación que hemos creado, sin embargo, para que todo tenga un resultado mayor, debe ser la mayoría la que dé ese salto.
Al menos en México, distamos mucho de tener la infraestructura, legislaciones y poder adquisitivo para lograrlo. Además de que para asegurar las ventajas de ello, aún queda mucho que hacer en materia de reciclado y procesamiento de baterías una vez que su vida útil termine. Como decimos, todo tiene pros y contras.