Sin duda, BMW tuvo la gran oportunidad para lanzar un sucesor espiritual del legendario M1, un coche que los amantes de los autos siguen admirando como si fuera el Santo Grial de la ingeniería alemana. Sin embargo, la firma bávara apostó por el XM, un recordatorio de que incluso los fabricantes de automóviles que ya están inundados de crossovers no pueden resistirse al encanto que ofrece otro SUV de alto calibre.
De acuerdo con el autor de temas automotrices Steve Saxty, quien se lo contó al YouTuber británico Joe Achilles, BMW estuvo muy cerca de producir el I16, un deportivo de motor central de pura sangre basado en el concepto Vision M Next 2019, que sería la evolución natural del i8, pero luego simplemente lo hicieron de lado.
En febrero de este año, el jefe de diseño de BMW, Domagoj Dukec, confirmó que habían interrumpido el desarrollo del deportivo de motor central en pleno auge de la pandemia de covid-19. Según Saxty, el vehículo estaba listo para la producción en un 95% aproximadamente.
La idea del I16 era tomar los elementos básicos de I8, darle una forma nueva y atractiva y mucha potencia. Saxty dijo que, además de que BMW completó el diseño exterior del automóvil, finalizaron la ingeniería de la carrocería y el interior, aunque no se han publicado fotos de ello.
Mientras que el i8 se lanzó con un avanzado pero poco inspirado tren motriz híbrido enchufable, integrado por un motor eléctrico y uno a gasolina, que producía en total 369 caballos de fuerza, BMW planeó equipar el I16 con un motor híbrido de cuatro cilindros que producía 560 hp, lo que le habría dado suficiente potencia para superar al BMW M4.
Pero al final, los directivos de BMW decidieron abandonar el proyecto. Según Saxty, el fabricante alemán tuvo que elegir entre el I16 y el XM. Añadió que “independientemente de la preferencia que se tenga por el XM, hay valor en el mercado en SUV caros y de alta gama”.
Además, fijar el precio del I16 habría sido complicado. A pesar del motor de cuatro cilindros de pequeña cilindrada, el deportivo podría haber costado el doble que un BMW M8, y con los deportivos de seis y ocho cilindros ya en la gama de la empresa, probablemente no habría existido suficiente demanda para un modelo deportivo más caro con menos cilindros. Una verdadera lástima.
