El cinturón se ha convertido en uno de los elementos de seguridad en el coche más importantes pues, de acuerdo con Volvo, el creador del cinturón de tres puntos en 1958, el cual seguimos utilizando en la actualidad, salva la vida de cerca de 100 mil personas al año en el mundo que se vieron involucradas en accidentes de tránsito, una cifra para nada despreciable si tomamos en cuenta que los accidentes de tráfico cobran la vida de 1.25 millones de personas cada año.
Ahora, la compañía ZF presentó su nuevo cinturón inteligente denominado Passive Safety, el cual tiene la capacidad de adaptar la fuerza de retención del cinturón en función de la complexión de cada ocupante del coche, además de que sus desarrolladores consiguieron una mejor interacción con otros dispositivos de seguridad como las bolsas de aire.
En otras palabras, el cinturón Passive Safety ofrece una respuesta individual a cada persona que viaje en el auto, controlando adecuadamente las fuerzas del cinturón. Para ello, los sensores de este dispositivo medirán la longitud de extensión de la cinta y determinarán la altura y el peso de cada cuerpo.
Las cámaras internas permitirán saber la posición exacta de cada uno de los ocupantes, si están perfectamente sentados o si están girados, y el resto de sensores del coche ofrecerá la información sobre el tipo de impacto, si es frontal, lateral, una volcadura y la dirección en la que se produce el choque.
De esta forma, este nuevo cinturón dará una respuesta personalizada a cada ocupante en función de su anatomía y del tipo de impacto, tanto para personas pequeñas y de menor peso, desde niños que viajan en el asiento trasero, hasta los ocupantes de complexión más voluminosa e incluso las de mayor edad, con una estructura ósea más delicada, todo en función de la velocidad a la que se produce el impacto. Se espera que este desarrollo llegue a la brevedad a los autos nuevos.
