Un grupo de congresistas estadounidenses, 21 en particular, pidió a la recién elegida presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ya prestó juramento como la primera mujer presidenta del país, que tome las medidas necesarias contra los riesgos que plantean los vehículos conectados producidos por empresas vinculadas al Partido Comunista Chino.
Y es que, recientemente, Estados Unidos propuso prohibir la venta de vehículos que contengan software y hardware chinos en la Unión Americana, argumentando motivos de seguridad nacional. En una carta dirigida a Sheinbaum, una coalición de legisladores estadounidenses, encabezada por la representante Elissa Slotkin y el senador Sherrod Brown, advirtió que los fabricantes de automóviles chinos están instalando plantas de producción en México para eludir los aranceles, por lo que instaron a México a reconocer los riesgos de seguridad que plantean estos vehículos y a tomar medidas inmediatas.
“Los vehículos actuales, incluidos los fabricados por empresas chinas, están equipados con sensores sofisticados, computadoras potentes y capacidades de conexión en red que permiten a estos vehículos conectados recopilar, almacenar y transmitir grandes cantidades de datos sobre sus ocupantes y su entorno”, se lee en la carta. “Creemos que estas empresas chinas, que reciben enormes subsidios estatales, ahora están buscando utilizar a México como base para ingresar al mercado estadounidense”.
La carta insta al nuevo gobierno de nuestro país a tomar tres medidas para mitigar el impacto de la amenaza que representan los vehículos chinos. En primer lugar, pide formalizar la política del gobierno saliente de negar incentivos económicos federales a las empresas vinculadas al Partido Comunista Chino, incluidas las empresas mixtas entre firmas mexicanas y chinas.
En segundo lugar, pide a México establecer un proceso de revisión de seguridad nacional para “abordar los riesgos que plantea la fabricación o venta de vehículos construidos por empresas chinas para el pueblo de México, su seguridad nacional y la seguridad regional de América del Norte y las naciones de la Organización de los Estados Americanos”.
Finalmente, la carta también solicita que México que envíe una delegación para reunirse con funcionarios estadounidenses a principios de 2025, para colaborar y trabajar sobre los riesgos asociados con los vehículos fabricados en China.
La carta destaca las preocupaciones sobre los planes del fabricante de automóviles chino BYD de abrir plantas de ensamble en México, lo que los legisladores advierten que podría ser una táctica para “eludir estos aranceles con la producción en México”. Destacan que los funcionarios estadounidenses son muy conscientes de esta posible laguna jurídica y advierten que podría haber “medidas adicionales por parte de Estados Unidos” si China utiliza a México para evitar los aranceles.
