El Ford Mustang R-Spec es uno de esos bólidos que llegan de vez en cuando y que para adquirirlos debes estar en el momento y en el país exacto, amén, claro, de tener el dinero suficiente para llevarlo a tu garage.
El modelo que hoy nos ocupa incluye una versión sobrealimentada del motor V8 5.0 litros y para dolor de todos los mustangueros y fans del bólido norteamericano, es obra de la Ford Australia, por lo que es fácil intuir que sólo estará disponible en aquel país, donde su producción se limitará a 500 unidades, cada una de las cuales tendrá un valor de 99,980 dólares australianos, es decir, 67,471 USD o, mejor dicho, 1,314,038 pesos. Si continuas interesado en hacerte de uno de estos modelos, entonces debemos aclarar que las entregas iniciarán a principios del próximo año.
Uno de los datos más curiosos del Ford Mustang R-Spec es que el constructor no ha soltado información acerca de la potencia que trae bajo el cofre. Lo que sí informó es que el bloque ha recibido un supercargador tipo Roots de 2.65 litros. Si hacemos un poco de memoria, podría tratarse del sobrealimentador Ford Performance que fue develado hace algunos meses y que, según Ford, puede disparar la potencia del motor hasta los 700 caballos de fuerza y 610 libras-pie de torque. Tanta potencia requiere forzosamente una buena ventilación, razón por la cual Ford de Australia instaló un intercooler de aluminio y un radiador de alto desempeño. Los puristas se alegrarán al saber que este coche solo estará disponible con una transmisión manual de seis velocidades.
Otro detalle a resaltar es que Ford no va solo en esta aventura, ha unido fuerzas con Herrod Performance, que es, a la sazón, el mayor distribuidor de partes Ford Performance más allá de las fronteras de Estados Unidos. Una de las más valiosas aportaciones de Herrod es el escape activo que tiene configuraciones silenciosas, normales, deportivas y de pista de carreras para que te escuchen a cinco calles de distancia.
El desempeño del Ford Mustang R-Spec está asegurado gracias a una suspensión adaptada que cuenta con resortes Ford Performance y amortiguadores MagneRide que en conjunto han logrado que el coche se acerque casi una pulgada más al piso, con respecto al modelo de serie. La lista de accesorios también suma barras estabilizadoras ajustables 5 milímetros más grandes para la parte delantera y 3 mm para la sección posterior. El agarre está asegurado gracias a un conjunto de rines de 19 pulgadas envueltos en neumáticos Michelin Pilot Sport 4S.
No, Ford Performance no se ha olvidado de la estética exterior, razón por la cual ha incluido una nueva fascia delantera con tomas de aire más grandes y bordes negros alrededor de las luces diurnas. No faltan las tradicionales franjas negras que recorren alegremente la carrocería. Tanto el alerón como las carcasas de los espejos cuenta con un acabado negro brillante.
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