Desde que se anunciaba la llegada de la nueva generación del Mazda 3, el público y la prensa se preguntaba si por fin veríamos el regreso de una versión deportiva. Al momento de su lanzamiento se soltó una inundación de preguntas referentes al tema, pero recibían respuestas neutrales. Hasta hace poco el nuevo CEO global de Mazda, Akira Muramoto, calmó los ánimos al dejar claro que no será posible ver de vuelta al Mazdaspeed 3.
Acorde a nuestros colegas de Autoblog, Road & Track tuvo la oportunidad de entrevistar a David Coleman, ingeniero de desarrollo de Mazda, quien ahondó en las causas por las que la marca no ha puesto en marcha el desarrollo de tal coche.
La causa principal que Coleman citó son los costos. Pues Mazda es una marca independiente relativamente pequeña si la comparamos contra los gigantes que forman conglomerados como Grupo Volkswagen, FCA, General Motors o marcas como Toyota y compañía. A su vez, afirma que si Mazda tuviera un motor ya preparado que fuera relativamente simple de poner a punto para extraer poder similar al de la competencia, entonces podrían comenzar a discutir tal tema; sin embargo, el costo de desarrollar un motor pensado en el desempeño y un auto de producción, sería muy alto para la marca.
De igual forma, cita el cambio en el mercado, pues la competencia se ha transformado mucho, ofreciendo más y más equipo en sus coches deportivos, cosa que también añadiría mucho costo al desarrollo y producción.
Ahora parece que Mazda tomará un enfoque hacia la calidad y comfort, pero sin olvidarse por completo del buen manejo que caracteriza a la mayoría de sus productos.
