Las relaciones comerciales que nuestro país tiene con Estados Unidos son privilegiadas, a tal grado que muchas empresas alrededor del mundo buscan fabricar en nuestro territorio y de esta forma evitar el pago de aranceles en caso de que su objetivo sea llevar sus productos a la Unión Americana, un escenario que, en temas de industria automotriz, no está bien visto por el gobierno de ese país, pues están evitando a toda costa la entrada de vehículo de origen chino por medio de manufacturar en México.
Debemos recordar que los productos fabricados en China están sujetos a grandes costos de importación cuando intentan ingresar al mercado estadounidense. En el caso de los vehículos eléctricos, tienen un arancel del 27.5%, lo que provoca que este tipo de coches fabricados en China no sean competitivos. Como resultado, los fabricantes de automóviles del gigante asiático han estado buscando construir plantas en México, y de esta forma aprovechar los acuerdos comerciales favorables con Estados Unidos.
De acuerdo con Enrique Dussel, especialista del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta estrategia es benéfica en términos económicos para nuestro país, pero al mismo tiempo puede resultar peligrosa.
"En administraciones anteriores, y en esta, [México] no tiene una estrategia frente a esta nueva relación triangular. México está colocando un gran letrero a China que dice: '¡Bienvenidos a México!'. No se necesita un doctorado para saber que esto no va a terminar bien para las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y México en el mediano plazo", dijo Dussel a la BBC.
Según Dussel, México debe tener cuidado de no quedar atrapado en medio de las superpotencias cuando se discuten asuntos de seguridad nacional, especialmente cuando se avecinan elecciones en ambos lados de la frontera estadounidense.
