Es común que los motociclistas sean el blanco de perros callejeros que, ante la más mínima provocación, se lanzan por razones que aún no conocemos con certeza, pero de eso a que una manada de monos te ataque, esas ya son palabras mayores, algo que parece sacado de una película de terror.
Sin embargo, este escenario es el día a día de los motociclistas que se desplazan en las calles de Lopburi, la capital de una provincia tailandesa, ubicada a 150 kilómetros de Bangkok, una situación que ya los tiene más que azorados.
Y es que esta locación es conocida por la sobre población de monos salvajes los cuales, en su afán de buscar algo de comer, se lanzan a los motociclistas que transportan bolsas de comida, causando accidentes.
De hecho, una cámara de seguridad de un taller de motos en la localidad captó el momento exacto en el que uno de estos monos hambrientos asalta a un motociclista en plena marcha, que llevaba bolsas de alimentos y lo tira de ella, provocando un accidente y dejándolo lesionado. Instantes después del ataque, llegaron otros tantos monos para robarle la comida a la víctima, aunque, por fortuna, los vecinos lograron ahuyentarlos.
Pero no sólo los motociclistas son el objetivo de estos monos, pues las tiendas también están en su lista. Muchas, dicen los vecinos, se han visto obligadas a bajar la cortina de manera definitiva debido a las pérdidas sufridas por los constantes robos de los monos. La cosa ha llegado tan lejos que nadie se atreve a vender plátanos en los mercados porque aparecen los monos.
Quizá haya esperanza para sus habitantes ya que, según Athapol Charoenshunsa, director general del Departamento de Parques Nacionales, Fauna Salvaje y Conservación de Plantas, las autoridades esperan reunir a unos 2,500 monos urbanos y colocarlos en grandes recintos. Trabajarán con expertos en fauna salvaje para encontrar la forma de que un número limitado de monos permanezca en libertad en la ciudad.
