Porsche está ejecutando algunos cambios radicales en su estrategia de electrificación, esto en respuesta a la desaceleración de las ventas del Taycan y a la persistente lealtad de los clientes hacia los motores de combustión. Para una marca que hasta ahora parecía apostar por lo eléctrico, este cambio de estrategia dice mucho sobre la interpretación que hace Porsche de las preferencias de sus compradores y su reticencia a abandonar los motores tradicionales.
La firma alemana, que se ha manifestado públicamente en contra de la propuesta de prohibir los motores de combustión en Europa en 2035, ahora está investigando cómo podría rediseñar los futuros automóviles, que fueron concebidos como vehículos eléctricos, para que acepten trenes motrices híbridos. Pero eso requerirá un esfuerzo enorme y una gran cantidad de dinero, si es que es posible.
La nueva generación de los 718 Boxster y Cayman serán 100% eléctricos, ya están aprobados y se lanzarán en los próximos meses, pero es posible que Porsche aplique ingeniería inversa a los mismos para que acepten motores de combustión interna, sin embargo, incluso si dieran luz verde a la idea, pasarían años antes de que un modelo adaptado llegara a las calles, suponiendo que fuera rentable.
Otro vehículo que Porsche concibió como eléctrico, pero que debe considerarse para un replanteamiento de la combustión, es el SUV K1, que se lanzará en 2028. El marco temporal y las probables dimensiones del K1 de tres filas sugieren que tiene más posibilidades de adaptarse a la energía híbrida.
"Muchos clientes del segmento premium y de lujo están mirando hacia los autos con motor de combustión, hay una tendencia clara. Renovaremos nuestros coches con motor de combustión, incluidos el Panamera y el Cayenne, y, por supuesto, seguiremos apostando por los híbridos enchufables.
“En cuanto a nuestra gama de vehículos eléctricos, somos muy flexibles en lo que respecta a nuestra huella de producción. Podemos producir motores de combustión, híbridos enchufables y automóviles eléctricos en una sola línea de producción en Leipzig. En lo que respecta a la investigación y desarrollo, veremos más flexibilidad en los próximos años.
“Desarrollaremos nuevos derivados de nuestros vehículos eléctricos con motores de combustión para dar la respuesta adecuada a la demanda de los clientes”, comentó el director financiero de Porsche, Lutz Meschke, en una conferencia telefónica antes de continuar explicando cómo está reaccionando la marca a esa noticia.
Porsche había planeado en un momento que el 80% de su gama estuviera integrada por vehículos eléctricos para finales de la década, mientras que el 20% restante lo representaría el 911, el cual ya tiene su primer variante híbrida, pero que siempre se mantendría alejado de la energía totalmente eléctrica hasta muy entrada la década de 2030.
No hay duda de que Porsche disfrutó de un éxito temprano con el Taycan y diseñó un Macan eléctrico y los próximos 718 a baterías, con la mira puesta en que esos modelos reemplazarían al antiguo equivalente con motor de combustión interna después de ofrecerse simultáneamente durante un período de transferencia.
Pero las ventas del Taycan se han desplomado este año, a pesar de la introducción de un modelo renovado, especialmente en el otrora lucrativo mercado chino, mientras que las ventas del 718 de combustión interna han repuntado porque los compradores lo quieren mientras pueden.