Era solamente cuestión de tiempo para que Shelby American hiciera de las suyas con la nueva generación de la pick-up más vendida del mundo, la Ford F-150 o Ford Lobo como la conocemos por acá. Se trata nada más y nada menos que la Shelby F-150, la cual pierde el apellido Super Snake pero que en ningún momento sacrifica espectacularidad estética ni mucho menos desempeño.
Para empezar, el tratamiento estético es más que evidente y a kilómetros se nota todo el estilo del preparador texano, el imponente frontal es sin duda lo que de inmediato llama la atención. Nuevo diseño para el parachoques delantero y el reemplazo del óvalo azul en la parrilla, para dar paso al enorme logo de Shelby. Otros detalles son las típicas franjas en color negro que van de punta a punta, un par más colocadas justo arriba de los estribos y que presumen los 775 hp de este monstruo.
La batea está completamente cubierta y por supuesto** los rines de 22”** en color negro, están montados en unas enormes BF Goodrich All-Terrain KO2 de 35”, además de contar con un sistema de escape firmado por Borla Performance Exhaust Systems.
El apartado estético interior es el que menos intervención tiene, ya que se limita a tapicería especial con grabados Shelby, algunos detalles en fibra de carbono y su respectiva placa conmemorativa numerada.
Ahora por supuesto llegamos a lo que más nos entusiasma, lo que se esconde por debajo del cofre. Shelby decidió que un Coyote V8 de 5.0 litros sería el indicado para recibir un supercargador, radiador de aluminio, nuevos inyectores y por supuesto su respectiva reprogramación, para llevarlo a los gloriosos 775 hp. El esquema de suspensión también recibe lo suyo y equipa un sistema de alto rendimiento con amortiguadores de manufactura Fox.
Si para ti, los casi 800 hp son demasiado, Shelby también ofrece una versión que solamente se limita a lo estético y mantiene la potencia del V8 en los 460 hp de fábrica.
La producción estará limitada a solamente 600 unidades, con precios de $107,000 dólares para la versión de 460 hp y $114,980 dólares, unos 2,3 millones de pesos para la variante más capaz.