Pocos preparadores se atreverían a meter mano en un Rolls-Royce, pues nadie puede negar que estos son algunos de los modelos más exclusivos, lujosos y únicos que existen en el mercado automotriz, al alcance de solo un puñado de personas que puede pagar tal extravagancia, pero SPOFEC si se atrevió y el resultado es impactante.
SPOFEC es una división especial de Novitec creada exclusivamente para refinar y moldear nuevas creaciones sobre modelos de Rolls-Royce y en esta ocasión el objetivo de su trabajo ha sido el mítico Ghost, que ha recibido modificaciones estéticas y de rendimiento para llevar al límite la combinación entre diseño y performance.
En la carrocería encontramos mejoras sutiles pero funcionales, tales como la fascia delantera rediseñada en túnel de viento para disminuir la elevación a altas velocidades, acompañado por nuevos faldones en la parte lateral que resaltan la naturaleza deportiva del vehículo. La parte trasera la corona un alerón pequeño que controla el flujo de aire enviándolo hacia arriba para mejorar el agarre al asfalto.
Todo el diseño exterior se corona con nuevos rines de 24 pulgadas, desarrollados en sociedad con Vossen para darle el estándar de calidad exigido por un auto de este calibre, con un diseño de nueve rayos dobles y una tapa central para cubrir los birlos. Estos rines se pueden pedir en más de 72 colores distintos, ya sea con acabado pulido o cepillado. Adicionalmente está disponible una suspensión de aire que reduce la altura de conducción hasta 1.6 pulgadas y que le brinda, además, una vista inmejorable al vehículo.
Bajo el cofre las sorpresas también son bastante discretas, dado que el motor V12 de 6.75 litros diseñado por el fabricante británico recibió una ligera muestra de amor por parte de SPOFEC, quien lo llevó a entregar 685 caballos de fuerza con 744 lb-pie de torque, es decir 114 caballos y 61 lb-pie más que el modelo de fábrica.
Con estas mejoras el nuevo Rolls-Royce Phantom by SPOFEC logra una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 5.0 segundos, con una velocidad máxima controlada electrónicamente a 250 km/h, nada mal para un vehículo que pesa 2 toneladas y media.
Como puedes ver en las imágenes el resultado es simplemente inmejorable y el preparador encontró el punto intermedio exacto entre el alto rendimiento y el lujo desmedido para entregarnos un vehículo que luce impactante, sobre todo por esos enormes rines que se esconden en la zaga.
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