El pequeño Toyota Sports 800 de 1965 nos trae a la mente la fábula de "David y Goliat"; dado que en su época, este minúsculo bólido fue una auténtica revelación que derrotó a varios contrincantes más poderosos.
En su versión regular, el Toyota 800 fue el primer auto deportivo de la marca japonesa. Por tal razón no fue extraño que decidieran tomarlo como base para realizar una versión de carreras que causó admiración, entre muchas otras cosas, por su baja resistencia aerodinámica.
Ahora, cinco décadas después, la firma japonesa presentó el auto con chasis 10007 completamente restaurado. Se trata nada menos que aquel que terminó segundo lugar en los 500 kilómetros de Suzuka de 1966 conducido por Mitsuo Tamura.
Este logro fue digno de destacar, dado que el pequeño Toyota Sport 800 se enfrentó a bólidos equipados con motores de 2.0 litros de desplazamiento; nada que ver con el pequeño impulsor de 790 cc y 45 caballos de fuerza del coche de Toyota.
La razón del triunfo no fue otra que su bajo peso y eficiencia aerodinámica, producto de una construcción a base de acero y aluminio que le permitieron ostentar un peso de tan solo 580 kilos. Tampoco debemos pasar por alto las largas horas que el Toyota Sports 800 pasó en el túnel de viento para obtener un diseño completamente optimizado.
Un campeón en el consumo de combustible
Además de su baja resistencia, el Sports 800 presumía un bajo consumo de combustible, tan bajo que el día de la carrera el piloto no repostó ni una sola ocasión durante las 84 vueltas. Ello no pasó desapercibido para los oficiales de pista del circuito de Suzuka, quienes sospechaban que el auto contaba con más de un tanque de gasolina.
Una vez que el carro fue revisado minuciosamente, los oficiales descubrieron que éste no sólo estaba en regla, sino que aún le quedaba un 30% de combustible en el depósito. Cabe destacar que en el desarrollo de este Sports 800 estuvo inmerso Tatsuo Hasegawa, quien tuvo mucho que ver en la concepción del Toyota Corolla de primera generación.
El coche restaurado, número 3 de producción, fue hallado en un garaje y restaurado por Toyota Gazoo Racing, la escudería que ostenta el campeonato de Las 24 Horas de Le Mans 2018, quien lo cubrió con los colores del equipo.
En la restauración del Toyota Sport 800 se utilizaron piezas OEM, así como algunas partes que tuvieron que ser fabricadas de cero, entre ellas, algunos lienzos de la carrocería. Suspensión y motor fueron reacondicionados.
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