Históricamente, la tecnología ha permitido la evolución del ser humano cuando se utiliza para hacer el bien, sin embargo, cuando las intenciones son oscuras, todos somos vulnerables, tal y como le sucedió a un ejecutivo de Ferrari, quien estuvo a punto de ser víctima de una estafa a principios de este mes, tras recibir varios mensajes y llamadas que parecían provenir del director ejecutivo de la firma italiana, Benedetto Vigna.
Afortunadamente, el ejecutivo pudo persuadir al estafador al plantearle una pregunta personal para verificar su identidad. Todo comenzó con una serie de mensajes de WhatsApp de alguien que se hacía pasar por el director ejecutivo de Ferrari. Los mensajes, en los que se solicitaba ayuda urgente con una supuesta adquisición clasificada, provenían de un número diferente, pero aparecía una foto de perfil de Vigna de pie frente al emblema de Ferrari.
De acuerdo con Bloomberg, uno de los mensajes decía: “Oye, ¿te enteraste de la gran adquisición que estamos planeando? Podría necesitar tu ayuda. Prepárate para firmar el Acuerdo de Confidencialidad que nuestro abogado te enviará lo antes posible. El regulador del mercado de Italia y la Bolsa de Valores de Milán ya han sido informados. Mantén la máxima discreción”.
Después de los mensajes de texto, el ejecutivo recibió una llamada telefónica en la que se escuchaba una imitación convincente de la voz de Vigna, con el acento característico del sur de Italia del director ejecutivo. La persona que llamó afirmó que estaba usando un número diferente debido a la naturaleza sensible del asunto y luego le pidió al ejecutivo que ejecutara una "transacción de cobertura de divisas no especificada".
La extraña petición de dinero, sumada a algunas “entonaciones levemente mecánicas” durante la llamada, hicieron que el ejecutivo de Ferrari se alertara. “Lo siento, Benedetto, pero necesito verificar tu identidad”, respondió y le preguntó al director ejecutivo sobre un libro que le había recomendado días antes. Como era de esperar, el impostor se equivocó al responder y terminó la llamada en el acto.
Stefano Zanero, profesor de ciberseguridad en el Politécnico de Milán, predice que las falsificaciones profundas impulsadas por IA solo se volverán más aterradoras y se volverán "increíblemente precisas". Hasta que las empresas puedan equipar a su personal con detectores sobrehumanos, la responsabilidad de estar atentos recae en las personas.
