El Volkswagen ID.LIFE será el EV más barato de VW, con aires de Caribe y precio de Polo
La familia ID de Volkswagen se está multiplicando a paso rápido, pero no habíamos visto rastro de un modelo verdaderamente accesible, más allá del ID.3. La primera pista de ese hatchback que democratizará el concepto de auto eléctrico en Volkswagen es el ID.LIFE, un prototipo que llegará a producción en 2025.
Volkswagen está utilizando diseños carismáticos como primer flechazo para conquistar a nuevos clientes, ante el reto de convencerlos de migrar a autos eléctricos. Esa fórmula se ha utilizado en el ID.3, se usará en el ID.Buzz y muy probablemente también se aplique en el ID.LIFE al llegar a producción.
El prototipo combina líneas de carácter y silueta cuadradas con calaveras y faros redondos, consiguiendo una apariencia limpia, carismática y de cierto sabor retro. Aunque Volkswagen no lo diga, es inevitable pensar que desde varios ángulos está inspirado en el Caribe. De algún modo, ambos modelos comparten misión: ser una opción de movilidad para las masas, más allá de la simple tarea de ir de A a B.
El Volkswagen ID.LIFE Concept se convertirá en un hatchback en torno a cuatro metros de largo, con dimensiones similares a las de un Polo y una configuración similar a lo que también están cocinando en CUPRA y SEAT para la categoría de subcompactos eléctricos. Ambas propuestas están siendo desarrolladas a partir de una versión corta de la plataforma MEB, que por primera vez se aplica a un auto de tracción delantera. En el caso concreto del ID.LIFE, Volkswagen habla de un motor eléctrico de 234 hp con batería de 57 kWh, para acelerar de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos y recorrer hasta 400 km por carga.
Una cabina que puede convertirse en sala de TV
Quizá lo más espectacular —y alejado del modelo de producción— que propone el Volkswagen ID.LIFE es una cabina modular capaz de doblar los asientos delanteros y desplegar una pantalla del tamaño del parabrisas para convertirse en una sala de televisión, desde la que se pueden ver películas o incluso jugar videojuegos. Si es necesario conectar un accesorio, hay una toma de corriente de 230 voltios.
Cuando el auto está en movimiento, la pantalla se guarda detrás del tablero y el volante activa sus controles táctiles para manipular funciones básicas del auto, como la marcha de la transmisión, el claxon o las direccionales. Otros elementos, como las luces o la climatización se controlan a través de "botones" táctiles sobre una superficie de madera.
Los materiales utilizados tanto para la carrocería, como para el interior del prototipo demuestran cómo está experimentando Volkswagen con materiales alternativos. En el exterior se utilizan virutas de madera como colorante natural y un endurecedor de base biológica; en la cabina, la cubierta de tela está hecha al 100% de botellas de PET recicladas y encontraremos piezas fabricadas en madera para varios puntos del tablero y de las puertas. Los neumáticos, por su parte, combinan aceite orgánico, caucho natural y cascarilla de arroz.
El Volkswagen ID.LIFE costará apenas más que un Polo
Cuando Volkswagen habla del ID.LIFE como su propuesta para democratizar la movilidad eléctrica, lo dice en serio. Su objetivo es lanzarlo al mercado con un precio de partida de 20,000 euros, que es apenas un 10% más costoso que la versión básica de un Volkswagen Polo en Europa.
Al llegar al mercado, probablemente el ID.LIFE cambie de nombre hacia la nomenclatura alfanumérica de la gama eléctrica de Volkswagen. Todo apunta a que su producción tendrá lugar en las instalaciones de Navarra, en España, donde actualmente se fabrica el Polo, lo que sugiere que podría convertirse en su sucesor a mediano plazo, tal y como el UrbanRevel Concept lo haría con el Ibiza.