A escasos meses del estreno de la nueva generación del KIA Picanto, los coreanos han puesto manos a la obra para expandir su gama. Además del anunciado GT Line, de apariencia deportiva, el Picanto contará con una versión X-Line de apariencia off-road. Se presentará en el Auto Show de Frankfurt y apunta a convertirse en el tope de gama.
Respecto a un Picanto convencional, el X-Line se viste con plásticos negros en parachoques, salpicaderas y estribos. También recibe una decoración de color amarillo fosforescente en la parrilla y los faros de niebla, y la suspensión fue elevada 1.5 centímetros con el fin de brindar una posición de manejo más alta y dar la impresión de ser un SUV.
Por su equipamiento, junto con el GT Line —que también recibirá este motor— se convierte en el modelo más equipado de la gama, al contar con sistema de infotenimiento con pantalla de 7 pulgadas, compatibilidad con CarPlay y Android Auto, cargador inalámbrico para smartphones, climatizador automático, control de velocidad crucero, llave inteligente y cámara de reversa. El habitáculo, además, se distingue por costuras amarillo fosforescente y decoraciones en los descansabrazos de las puertas.
Lo más importante se encuentra bajo el cofre. Es la primera aplicación del motor turbo de 1.0 litro de 99 hp y 127 lb-pie en el Picanto. Va asociado a una transmisión manual de cinco velocidades, acelera de 0 a 100 km/h en 10.1 segundos y mantiene un rendimiento 22.2 km/l en ciclo combinado.
Saldrá a la venta en Europa a finales de este mismo año. Es poco probable verlo en México, aunque se dice KIA pronto comenzará a vender el Picanto en sus versiones convencionales en nuestro país, para competir contra Hyundai Grand i10, Chevrolet Spark y Suzuki Ignis.
