Han pasado pocos días desde que Mercedes-Benz presentó la versión dos puertas de la nueva Clase C, ahora es turno de la versión AMG.
Como es de esperarse, el aumento en la potencia y las mejoras mecánicas vienen de cajón en esta versión, así como los cambios estéticos que vuelven al auto más deportivo, pero esta vez creo que los cambios no son muy notables.
En cuanto "cambios poco notables" me refiero a que la estética deportiva del auto se volvió muy sutil, más que nada en el frente. Si bien cuando Mercedes lanzó las versiones "Black" de sus autos AMG los critiqué por volverlos hasta cierto punto grotescos y exagerados, creo que ahora la marca teutona se ha ido casi hasta el otro extremo.
A simple vista y de frente, una persona cualquiera podría pensar que éste se trata de un Clase C cualquiera, o una versión deportiva que no es un AMG. Afortunadamente eso cambia en la parte trasera del auto, donde el nuevo paragolpes, el doble escape doble, y el pequeño alerón cuentan totalmente otra historia.
Hablando de la parte mecánica, el C63 Coupè cuenta con el mismo motor V8 4.0 litros twin-turbo de la versión sedán, el cual está disponible en dos versiones diferentes. La primera cuenta con 469 hp y 479 lb/ft de torque, mientras que la segunda, correspondiente al C63 S, genera 503 caballos y 506 libras-pie. Ambas versiones cuentan con la transmisión automática MCT Speedshift de siete marchas.
Otra diferencia entre ambas versiones es el diferencial, en la versión normal éste es de desliz limitado, mientras que en la versión S es electrónico ya que se acopla mejor al control de estabilidad. Asientos Performance opcionales ayudarán a mantenerte mejor en tu lugar si es que lo deseas.
En cuanto a desempeño, el C63 acelera de 0 a 96 km/h en 3.9 segundos, sprint que a la versión S le toma una décima menos. La velocidad máxima del auto está limitada a 250 km/h o 290 km/h en la versión más deportiva.
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