Llantas verdes ¿Vamos por buen camino?
La preocupación de los fabricantes de autos por contaminar lo menos posible no se limita a las emisiones de sus motores, también se preocupan por crear programas de sustentabilidad para sus fábricas y reducir lo más posible su huella de carbono como compañía en general. Sin embargo, por más que las marcas reduzcan las emisiones de sus motores y fabriquen sus autos con la mayor cantidad de materiales reciclados y/o reciclables, hay componentes que están fuera de sus manos y que provienen de proveedores externos.
Uno de estos elementos que ninguna marca de autos fabrica son las llantas, que aparte son de los materiales más contaminantes que tiene un vehículo terrestre. El proceso de crear una llanta solía ser sumamente contaminante, y una vez creada, su capacidad de reciclamiento era prácticamente nulo, pero afortunadamente las cosas han cambiado y los fabricantes de neumáticos también se están preocupando por ofrecer productos que sean menos agresivos con el medio ambiente. Tal vez nos podamos deshacer de los motores de combustión en el futuro próximo, pero parece que las llantas no irán a ningún lado pronto.
¿Qué hay en una llanta?
Las llantas para autos están compuestas por 2/3 de caucho natural. El caucho es procesado con diferentes quimicos para crear el compuesto necsario para la llanta pero cada vez más compañías crean fórmulas nuevas con las que logran obtener la adherencia y durabilidad necesaria para los neumáticos utilizados en autos y camiones con la mayor cantidad de compuestos naturales posibles.
Las llantas radiales también tienen metal, y esa malla generalmente está compuesta por metales reciclados. También se utiliza cada vez más rayón que es un compuesto natural reciclable. Cada pequeño cambio cuenta para hacer que las llantas sean más fáciles de reciclar una vez que se han desgastado por completo.
No sólo los componentes importan
Otro punto importante es la relación que tienen las llantas de manera directa con el consumo de combustible. Varios factores como el diámetro y lo ancho de las llantas influencian de manera directa el consumo de combustible de un auto. Entre más delgadas, hay menos caucho que mover, pero también hay menos adherencia y durabilidad.
El gran reto de las llanteras es crear un producto que cumpla con las necesidades tanto de los fabricantes de autos como de los clientes. Al final del día todos queremos menos contaminación, pero también queremos llantas seguras y duraderas a un precio accesible.
Todos tenemos que participar
Afortunadamente las marcas de autos también están ayudando en este rubro al fomentar el uso de caucho natural y renovable en la creación de neumáticos para sus vehículos. A final de cuentas son ellos los principales clientes de las llanteras por lo que su parte en este proceso es sumamente importante, pero el cliente también tiene mucho que ver.
Nosotros como consumidores tenemos también un papel muy importante en este proceso. Si cuidamos más nuestros neumáticos durarán más tiempo y el consumo disminuirá. Siempre estamos buscando la manera de consumir menos combustible, también deberíamos de estar buscando de forma activa la manera de conservar más nuestros neumáticos.
Los gobiernos también han puesto su granito de arena al fomentar el reciclamiento de neumáticos. Uno de los grandes problemas era que cuando se dejaban de usar generalmente se quemaban debido al gran volumen que ocupaban en los tiraderos de basura, afortunadamente esas prácticas son cada vez más escasas y se han encontrado maneras de utilizar el residuo de las llantas recicladas.
Tan sólo en Estados Unidos, se estimaba que en 1990 habían cerca de mil millones de llantas en los tiraderos, pero para 2015 ese número disminuyó a 67 millones. En 1994 sólo se reciclaba el 25% de las llantas desechadas al año en la Comunidad Europea, para 2010 la cifra aumentó a 95%.
Las llantas recicladas forman una parte cada vez más importante en la creación de otros productos como el cemento, nuevos productos de caucho, superficies para áreas de juego, asfalto, combustibles derivados de las llantas e incluso neumáticos nuevos.
No importa que tan ecológico sea el motor de un auto si sus demás componentes no hacen lo mismo. Afortunadamente la tecnología y la creatividad nos han permitido encontrar nuevos usos a componentes que antes eran sumamente difíciles de reciclar, como las llantas, que cada vez son un menor problema, aunque todavía nos falta mucho por hacer.
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