Si tu auto huele feo, va siendo hora de que sigas estas recomendaciones
Si hay un aroma difícil de olvidar es el de un auto nuevo. Desde que nos subimos al coche la primera vez, hasta que lo sacamos de la agencia y lo manejamos las primeras semanas, ese aroma inconfundible nos acompaña a todos lados.
La mala noticia es que el aroma de auto nuevo no nos acompañará por siempre. En algún momento comenzará a desvanecerse y es entonces cuando nuestro flamante auto comenzará a impregnarse de distintos aromas. De ti depende que aunque ya no huela a nuevo, tu vehículo siempre conserve un olor agradable.
Si se mojan los interiores
A todos nos ha pasado alguna vez que se nos olvida subir las ventanillas cuando llueve o bien tenemos que manejar de esta forma para evitar el molesto empañamiento de los cristales. Ello provoca que el agua se filtre al interior y moje vestiduras y algunas partes de las puertas. Si esto te sucede, por ningún motivo vayas a dejar cerrado el auto, pues el olor a humedad es uno de los más difíciles de eliminar.
Estaciona el auto en un lugar seguro (preferentemente tu garaje) y baja todas las ventanillas. Permite que el aire y el sol sequen las vestiduras. Transcurridas algunas horas, palpa cuidadosamente cada centímetro del interior y verifica que esté seco.
Cuidado con lo que dejas en el interior
Nuestros hijos son algo maravilloso, pero en ocasiones, cuando son pequeños pueden cometer algunos deslices, como derramar el licuado, el jugo de manzana, parte del chocolate que vienen comiendo o bien dejar las cosas más impensables en el coche.
Cada tarde, una vez que todos estén en casa, verifica que los niños no hayan dejado en el interior cáscaras de fruta, dulces abiertos y envases destapados. Asimismo, verifica que no haya líquidos derramados. Todo ello puede traducirse en malos olores cuando dejamos el auto cerrado y, en algunos casos, pueden convertirse en un imán para algunos minúsculos insectos, como las hormigas, que pueden filtrarse en los lugares más recónditos.
¿Fumar? ¡Ni hablar!
Si eres adicto a esos pequeños soldados transportadores de nicotina, también llamados cigarros, es importante que sepas que son el enemigo uno del interior de auto. Y no estamos hablando solamente de la probabilidad de que quemes las vestiduras, sino del intenso olor que queda impregnado en el habitáculo.
Y créenos cuando te decimos que pocas cosas son tan desagradables como subirse a un auto impregnado con olor a tabaco, ¡es un auténtico anti-chicas guapas! Lamentablemente son pocos los desodorantes ambientales que pueden batallar contra él. Fuma antes o luego de bajar del auto, por favor.
Los olores de la fiesta
Si el viernes te tocó ser el conductor designado para llevar a tus compis al reventón y luego regresarlos a sus respectivos hogares, lo mejor es que cuando llegues a casa, encierres tu auto, pongas seguros y lo dejes con todas las ventanillas abajo. La combinación de sudor, alcohol y cigarro no se lleva bien con el interior de tu vehículo.
Las mascotas
Si tú, como nosotros, eres amante de viajar con tus mascotas a bordo del auto, te recomendamos ventilarlo muy bien una vez que hayan regresado del paseo. Y de paso, tómate unos diez minutos para cepillar los interiores y eliminar los pelos y limpiar los cristales, para eliminar los rastros de baba.
Si te toco manejar bajo la lluvia
A todos, en algún momento, nos ha tocado manejar bajo aguaceros de proporciones bíblicas. De esos que no te permiten bajar las ventanillas ni un milímetro. Cuando eso sucede, la combinación de los aromas de los tripulantes, el aire del desempañante y algunos factores más podrían no dejar un olor muy agradable en el vehículo.
En este caso, aplica la misma solución. En cuanto tu auto esté a buen resguardo, baja las ventanillas y permite que se ventile apropiadamente. Ello evitará también que la cara interior de los cristales se impregne, y que con el paso del tiempo se forme una capa grasosa que disminuya tu visibilidad.
A la hora de comer a bordo
El ajetreado ritmo de vida actual nos impide hacer una vida como de la millones de personas, lo cual nos obliga, en muchos casos, a desayunar, comer e incluso cenar a bordo de nuestro auto. Cuando eso suceda, trata de mantener los cristales abajo para que el habitáculo se ventile.
Una vez que llegues a tu destino, verifica bien que no se haya caído por ahí una papa frita, un pedazo de milanesa o cualquier otro alimento que vaya a provocar malos olores.
Antes de despedirnos recalcaremos lo evidente. Siempre usa un aromatizante en tu auto. ¿Cuál? El que más se adecue a tu gusto y presupuesto. Hay unos muy económicos que brindan buenos aromas, pero cuya efectividad es corta.
Por otro lado, hay aromatizantes líquidos que duran más, pero también cuestan más. Lo mejor es que pruebes con varias opciones y uses la que más te convenga.
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