Ahora que Opel es francesa, así es como podría ser el futuro de las tres firmas inmiscuidas
Es oficial, el Grupo PSA compro la división europea de General Motors, Opel/Vauxhall en una operación de 2,200 millones euros. Se pagaron 1,300 millones por la marca y 900 millones por las actividades europeas de GM Financial. Todavía no queda completamente claro si este movimiento es una unión entre General Motors y el Grupo PSA o si es una compra directa de Opel, y ambos casos nos pintan futuros muy diferentes para ambas marcas.
Aunque no es reconocida a nivel mundial tanto como otras, Opel es una de las marcas alemanas más importantes y con mayor historia que existen en la actualidad. La marca produjo su primer automóvil en 1899 y desde que se hizo una compañía pública en 1929 ha pertenecido a General Motors.
A pesar de su larga historia, la división europea de General Motors ha perdido dinero de manera continua en los últimos 16 años. Esto incluso a pesar de que Chevrolet dejó de vender autos en el viejo continente desde el año pasado (excepto el Corvette). La marca se encuentra en plena renovación, y la gran mayoría de sus autos nuevos se venden bajo el emblema de Buick en Estados Unidos, muy al estilo de cómo lo hizo con Saturn justo antes de que desapareciera.
Si la adquisición de Opel por parte del Grupo PSA es una compra directa, el futuro de Buick podría verse en problemas ya que no tienen desarrollos a corto plazo que pudieran sustituir los vehículos de origen alemán. Esto abre dos posibilidades, la primera es que haya un acuerdo en el que la generación actual de modelos Buick seguirán estando basados en Opel, y la segunda es que seguirían trabajando juntos a largo plazo.
Esta segunda opción parece ser la más viable para ambas empresas. Si siguen trabajando juntos el futuro de Buick está asegurado y Opel tiene mayores posibilidades de recuperarse económicamente gracias al apoyo del Grupo PSA, que con esta adquisición recupera el segundo lugar en Europa por detrás del Grupo Volkswagen y delante de Renault.
La sinergia entre ambas empresas también suena lógica cuando tomamos en cuenta que PSA no tiene presencia alguna en Estados Unidos, el segundo mercado más grande del mundo. Si este nuevo acuerdo incluye la expansión de ambas marcas, no sería extraño ver modelos de General Motors derivados de Citroën o Peugeot, o incluso que alguna de esas dos marcas se establezcan en el mercado americano.
No hay que olvidar que General Motors compró el 7% de las acciones del Grupo PSA en 2012 y a pesar de haberlas vendido en 2013, ambas empresas continuaron trabajando juntas en el desarrollo de varios productos. Habrá que esperar un poco más de tiempo para saber a ciencia cierta lo que esta venta significa para ambas marcas.
Lo más lógico es que sigan trabajando juntas y que PSA comience a comercializar sus vehículos en Estados Unidos gracias a la ayuda de GM, pero todo indica que fue una compra directa, por lo que lo más seguro es que GM se deslinde por completo del mercado europeo y que PSA haya adquirido Opel para recuperar el segundo lugar que tenía en dicho mercado.
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