El segmento de los sedanes medianos se ha movido más rápido que el Opel Insignia. Desde su lanzamiento, a finales de 2008, han pasado dos generaciones del Volkswagen Passat, una del Ford Mondeo y otra del KIA Optima, sin mencionar la llegada de rivales nuevos, como el Renault Talisman o el Peugeot 508. Aunque sus ventas se han mantenido saludables, una renovación es justa y necesaria.
Después de su ligero retoque estético y mecánico de 2013, el Opel Insignia está listo para estrenar generación. Será presentado en el Auto Show de Ginebra en marzo del próximo año. Mientras lees estas líneas, los ingenieros de la firma alemana están ajustando sus últimos detalles. Las unidades finales ya se encuentran rodando en las calles, bajo un denso camuflaje.
El Opel Insignia llegó en 2008 para reemplazar al Vectra en Europa.
Vauxhall, la filial británica de Opel, publicó las primeras imágenes del nuevo Insignia. Todos sus rasgos estéticos se mantienen ocultos; siendo ellos mismos quienes publiquen las fotos, es lógico que no te muestren más de lo que quieren que veas. Aún así, podemos suponer que habrá mucho del Monza Concept y del nuevo Astra.
El modelo fotografiado corresponde a la versión Grand Sport, una variante hatchback de cinco puertas. Respecto a su predecesor, gana 9 cm en distancia entre ejes y crece 5.5 cm a lo largo. La clave de su renovación, al igual que el Astra, consiste en una importante pérdida de peso: es 175 kg más ligero que la generación pasada.
Comenzará a venderse durante el segundo cuatrimestre del próximo año en Europa. Para América y China seguramente llegará bajo los emblemas de Buick y el nombre de Regal, como la generación actual, pero hasta finales de 2017 o principios de 2018.