El renacimiento de Fisker, ahora conocido como VLF, viene de la mano de dos autos, el Force 1 que conoceremos mas tarde, y el Destino, el cual ya habíamos visto hace tiempo tanto con ese nombre como con el de Fisker Karma.
Este "nuevo" auto que Henry Fisker y Bob Lutz (ex-director de GM) han creado en conjunto y ha dejado a un lado la economía de combustible y el tren motriz híbrido y los ha cambiado por un set-up más deportivo.
Empezando por el diseño, el Destino es prácticamente el mismo auto que fue presentado hace unos años sólo que ha recibido algunos retoques por aquí y allá para ponerlo más al día. Claro que es evidente la influencia del Fisker Karma, en el cual está basado.
Tanto carrocería como el marco espacial están realizados de aluminio. El Destino mide 4,988 mm de largo, 1,986 mm de ancho, y 1,330 mm de alto, mientras que pesa 1,950 kg. Si quieres reducir el peso y aumentar la deportividad del auto puedes optar por el techo opcional de fibra de carbono y los rines de 22 pulgadas con llantas 265/30 y 305/30.
Además de estar basado en el Karma, el Destino hereda partes de otro auto. En cuanto a 'partes' me refiero al motor, y en cuanto a 'otro auto' quiero decir el Corvette ZR-1. Es decir, un LS8 V8 supercargado de 6.2 litros se encuentra bajo el cofre. Éste produce 638 hp a 6,500 rpm y 504 lb/ft de torque a 3,800 rpm. El bloque está acoplado a una transmisión automática que ayuda al Destino a acelerar de 0-96 km/h en 3.9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 322 km/h.
El destino tendrá un precio muy semejante al del Karma, es decir nada barato y en números $229,000 dólares. Podría estimar el precio en pesos, pero con tantas fluctuaciones en el tipo de cambio, mejor me abstengo.
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