Audi A6, a prueba: un mini A8 cargado de lujo, tecnología y refinamiento
No a todos les gusta la idea de que los modelos de una marca se parezcan tanto entre sí. Yo, a decir verdad, soy de esos que prefiere una identidad bien definida para cada modelo. Con el Audi A6 me sucedió algo distinto: es, básicamente, un mini A8... y eso sólo puede significar cosas buenas.
Los sedanes de la firma de los cuatro aros han evolucionado tanto, que el lujo y la tecnología ya no se condicionan por el tamaño. Casi todo el equipo de un A8 está disponible en el A6, e incluso el estilo persigue el mismo grado de distinción. Es un sedán casi tan lujoso, pero 23 cm más corto. En ciudades tan apretadas como las de México, créeme que lo agradecerás.
El Audi A6 mide 4,939 mm de largo, casi tanto como la primera generación del A8. No es ninguna sorpresa que, con esa talla, la cabina sea sumamente amplia. Todas las plazas gozan de buen espacio en todas las dimensiones. El lujo también recorre cada rincón, desde una exquisita selección de materiales, que incluye madera de fresno marrón, hasta un espectacular sistema de sonido Bang & Olufsen Premium 3D, con altísima calidad desde el asiento donde lo escuches.
La comparación con el A8 continúa conforme sigamos con el recorrido de la cabina. El tablero del A6 es casi una calca de su hermano mayor —y de algunos modelos de la gama Q. El formato de tres pantallas para climatizador, cuadro de instrumentos y sistema multimedia le han dado muy buenos resultados a Audi, por lo que tenía sentido replicarlos en varios de sus modelos de gama alta.
La interfaz es fácil de controlar, sea desde el volante para el cuadro de instrumentos, o con los dedos para el sistema multimedia. Esta pantalla me resultó particularmente interesante, no sólo por la resolución, sino por la retroalimentación de mandos: al tocarla, hay que presionar ligeramente hasta escuchar un clic, ideal para no presionar alguna función involuntariamente.
El equipamiento de serie del A6 es completo, aunque como todo Audi, lo puedes armar a la carta. En todos los casos se incluye interfaz Audi Connect, navegación con información de tráfico en tiempo real, sistema de sonido Bang & Olufsen Premium 3D, techo panorámico, faros matrix LED, espejos laterales antideslumbrantes y rines de 19".
Quizá al hablar de equipamiento, lo agridulce llega al ver la cantidad de equipo opcional; siendo sinceros, hay elementos que uno supondría que son de serie, sobre todo considerando el precio: alerta de colisión frontal, head-up display, asistente de estacionamiento automatizado, monitor de punto ciego, asistente de mantenimiento de carril, entre otros.
Al volante es tan ágil como refinado
Lo mejor de cualquier Audi sucede al oprimir el botón de encendido, y el A6 no es una excepción. Desde los primeros kilómetros me empieza a llamar la atención lo sedoso de su andar. El aislamiento de vibraciones y ruidos es impecable, y la suspensión hace un trabajo destacable al absorber irregularidades del camino.
Es curioso cómo su andar conserva la rigidez habitual de un vehículo alemán, sin llegar a afectar el confort en lo absoluto. El Audi A6 S-Line ofrece un alto grado de dinamismo gracias a una dirección precisa y un chasís bien puesto a punto. A pesar de marcar 1,835 kg sobre báscula, su comportamiento en curvas es muy neutral, sin transferencias de peso abruptas.
El poder proviene de un motor V6 3.0 TFSI microhíbrido, es decir, asistido por un generador de 48V. El sistema genera un total de 340 hp y 368 lb-pie, transferidos a las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción integral Quattro y una transmisión automática de doble embrague de siete cambios.
El sistema microhíbrido —también llamdo mild-hybrid— aporta una dosis extra de par al arrancar, lo que elimina por completo el turbolag. También permite que el auto funcione con el motor apagado bajo ciertas condiciones muy específicas, como al moverse por inercia a velocidades crucero. No es totalmente híbrido, pero ayuda a mejorar ligeramente el rendimiento de combustible. Nosotros promediamos 7.6 km/l, que no están mal para un sedán de esta talla y este desempeño.
La respuesta del propulsor es sobresaliente. No se trata precisamente de un auto explosivo, porque para eso están las variantes S y RS, pero sí cuenta con la agilidad necesaria para rebasar fácilmente. Completa 100 km/h en 5.1 segundos y su velocidad máxima es de 250 km/h. Esta versión S-Line incluye suspensión deportiva, que opcionalmente se puede solicitar con amortiguación variable y dirección en las cuatro ruedas.
Un sedán fiel a lo tradicional
El Audi A6 es una mezcla del sabor tradicional de un sedán aleman, que gusta por su dinámica y su refinamiento, pero que no se estanca en esas dos virtudes. Su tecnología de conectividad y las múltiples asistencias de conducción —eso sí, opcionales— lo colocan como un ejemplar muy interesante dentro de la categoría sedanes de lujo. Sus principales competidores en México son el Mercedes-Benz Clase E y el BMW Serie 5.
9.2
A favor
- Su manejo: tan dinámico como sedoso.
- El infotenimiento es uno de los más completos del momento.
- Acabados exquisitos al interior.
En contra
- Mucho equipamiento es opcional.
- En México sólo hay una configuración mecánica disponible.
Audi A6 55 TFSI S-Line
$1,269,900
- Motor: V6 mild hybrid turbo de 3.0 litros
- Potencia máxima: 340 hp @ 5,000 rpm
- Par máximo: 368 lb-pie @ 1,370 rpm
- Transmisión: Automática de doble embrague de 7 vels.
- Tracción: Integral
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,835 kg
- Aceleración de 0 a 100 km/h': 5.1 s
- Velocidad máxima': 250 km/h
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,939 mm
- Cajuela: 530 litros
- Consumo en ciudad: 7.6 km/l
- Consumo en carretera': N.D.
- Consumo combinado': 13.1 km/l
- Capacidad del tanque: 63 litros
- Fabricado en: Alemania