Dodge Journey 2022, a prueba: ¿vale la pena el SUV chino adoptado por Dodge en México?
A nivel global, Dodge parece haber dejado en el olvido a la categoría del Journey original, pero en México necesitaba un modelo para competir contra CR-V, RAV4 y compañía. De ahí nace el Dodge Journey 2022, que en realidad es producto de la colaboración de Dodge con la firma china GAC. ¿Tiene lo necesario para triunfar en el mercado? ¿Volverá a ser el superventas que fue su primera generación? Lo tuvimos a prueba.
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El nuevo Journey es otro de los hijos adoptados de Dodge en México. No es la primera vez que la marca aprovecha modelos de otros fabricantes para venderlos bajo su sello en nuestro país; está el caso, por ejemplo, de los Atos de Hyundai o del Attitude de Mitsubishi. El Journey 2022 proviene de una marca china, llamada GAC, que vende este SUV bajo el nombre de GS5.
Lo curioso es que, aunque el proceso de desarrollo y diseño se llevó a cabo en China por y para GAC, el estilo del nuevo Journey encaja con algo que veríamos directamente de Dodge, principalmente en la parte trasera, por sus calaveras de LED unidas por todo lo ancho de la tapa de la cajuela. ¿Tú también notas cierto parecido con Durango o el Chrysler 200? Al final, haya sido o no coincidencia su similitud con algunos modelos de Dodge, lo cierto es que nos encontramos ante un SUV que luce fresco y que, a diferencia de otros modelos provenientes de China, no tiene un diseño genérico.
Comparado con el modelo anterior, el Dodge Journey 2022 es casi 20 cm más corto, pero aun así, con un total de 4.69 metros de largo, sigue siendo uno de los SUV compactos más grandes de la categoría. Eso sí, ahora sólo está disponible en configuración para cinco pasajeros; ya no ofrece una tercera fila.
La calidad a bordo deja buen sabor de boca
Comencemos hablando de calidad. Lo que encontramos al interior del Dodge Journey 2022 sorprende, quizá no por ofrecer acabados exquisitos, sino porque realmente se encuentra al nivel de la categoría —e incluso un poco arriba—. Vale la pena mencionarlo porque otros SUV chinos suelen escatimar en la calidad de interiores, pero el Journey no.
Toda la zona alta del tablero va cubierta por un plástico de tacto gomoso, y buena parte de las puertas, del tablero y de la consola central van forradas en cuero. Hay algo de plástico rígido en zonas bajas, como la guantera, pero es habitual entre los SUV compactos. Los ensambles se sienten sólidos y no hay alguna pieza que denote falta de cuidado en el proceso de armado.
Otro aspecto que me gustó fue la posición de manejo, que —nuevamente— a diferencia de otros SUV provenientes de China, no tiene un volante demasiado inclinado ni se olvida de incluir el ajuste de profundidad. Frente al conductor hay un cuadro de instrumentos completamente digital con información relevante para la conducción; del lado derecho hay una pantalla de 8" para el sistema de infotenimiento, que quizá se queda algo pequeña para la categoría, pero la intención de Dodge era ofrecer una pantalla más grande —seguramente en el futuro lo hará—, sin embargo, la falta de semiconductores no le dio alternativa.
De la cabina, lo único que no me gustó fue el diseño de la consola central. Por un lado, su acabado negro brillante inevitablemente se rayará con el tiempo; por otro, lleva controles táctiles del lado derecho y la palanca de velocidades estorba para verlos desde el puesto del conductor.
Ahora sí, hablemos de equipamiento, una de sus cartas más fuertes. Esta versión tope de gama, llamada GT, lleva techo panorámico, espejo retrovisor electrocrómico, asientos delanteros de ajuste eléctrico y función de calefacción y ventilación, cámara de visión de 360º, climatización automática de doble zona, faros de LED, sensor de lluvia, freno de estacionamiento eléctrico con función auto hold y un amplio abanico de asistencias de manejo: luces altas automáticas, asistente de mantenimiento de carril, freno autónomo de emergencia y monitor de punto ciego.
La única ausencia que noté entre su equipamiento, por absurdo que suene, son los seguros automáticos. Es curioso, porque el Dodge Journey incluye una llave inteligente que desbloquea las puertas al acercarte al vehículo y lo cierra automáticamente al alejarse, pero al momento de conducir, los seguros no se cierran solos. Si no oprimes el botón, irás sin seguros puestos todo el camino.
Otro aspecto que vale la pena mencionar es la seguridad. Se lleva cinco estrellas en pruebas de choque en China e incluye múltiples asistencias y suficientes bolsas de aire... pero sólo a partir de la versión intermedia. La versión más accesible limita su seguridad a cuatro airbags, cuando el estándar de la categoría son seis.
Para terminar el repaso de la cabina, hablemos de espacio. Su buena distancia entre ejes deja muy buen lugar para piernas y para cabeza. Me atrevería a decir, de hecho, que el Journey es el SUV más espacioso de esta categoría, quizá a la par de Tiguan. Los asientos traseros se pueden reclinar al gusto del pasajero y hay puerto USB y salidas de A/C para la segunda fila.
Un SUV que lo apuesta todo al confort
Como marca, Dodge apunta hacia el alto desempeño, pero el Journey es la excepción en la gama. Este modelo lo apuesta todo hacia el confort, y eso se nota desde el primer segundo. Todas las reacciones son suaves, lo cual se agradece en ciudad, principalmente por la puesta a punto de la suspensión, que absorbe de maravilla los impactos con baches. La dirección se siente muy asistida, pero tiene un tacto ligero y responde con rapidez.
En carretera, el nivel de insonorización y la misma suavidad se traducen en trayectos relajados. Si buscamos una conducción más demandante, notaremos que lo blando de la suspensión se traduce en una notable inclinación de carrocería, que no llega a transmitir una sensación de inseguridad, pero sí rompe con cualquier aspiración a un manejo divertido. Es un SUV cómodo, que no pretende más.
Ahora bien, hablemos del motor: es uno turbo de cuatro cilindros y 1.5 litros, capaz de generar 169 hp y 195 lb-pie. El turbolag se llega a sentir principalmente en arranques desde cero, aunque tampoco lo calificaría de excesivo ni provoca arranques torpes; su "patada" comienza a sentirse en torno a las 2,300 rpm. La potencia me parece suficiente para los fines de este vehículo y para circular a buen ritmo en carretera. Ni le falta ni le sobra.
La transmisión responsable de enviar el poder al eje delantero es una automática de seis velocidades, desarrollada por Aisin, un proveedor de calidad internacional que trabaja con muchas otras marcas globales. De hecho, el Journey recurre a varios proveedores reconocidos, como Denso, TRW, Bosch y Continental. La caja trabaja correctamente y se agradece, sobre todo, que no se haya apostado por una CVT.
Finalmente, hablemos de consumo. En ciudad promedié 9.1 km/l, que me parece adecuado para el tamaño del vehículo y la potencia del motor. Se ubica en el promedio de rendimiento de su categoría.
Un SUV que gusta por cómodo y amplio
El Dodge Journey 2022 resultó ser el mejor auto chino que he probado, tan bueno que ni siquiera creo que valga la pena hacer tanto énfasis en que viene de China. Tiene toda la cobertura de Dodge a nivel nacional y tecnología que, sin ser de Dodge, convence en términos de infotenimiento, seguridad y comodidad.
La calidad de los interiores es sobresaliente, el espacio es muy bueno y aunque a nivel manejo no propone mucho, termina siendo cómodo, que a fin de cuentas es lo que buscan muchas familias. No hay motivos para pensar que, por ser chino, el Journey apunta más bajo que un CR-V, un Tucson o un RAV4.
Los precios del Dodge Journey en México van de 572,900 pesos para la versión de entrada y llegan hasta 664,900 pesos para el tope de gama que probamos. Nosotros no recomendamos la versión SXT de acceso debido a la falta de bolsas de aire tipo cortina, pero la versión intermedia, llamada Sport, nos parece muy interesante por el equilibrio entre asistencias, tecnología, comodidad y equipamiento, por 630,000 pesos.
8.6
A favor
- Buenos acabados interiores.
- Suspensión cómoda, incluso para calles maltratadas.
- Mucho espacio en la segunda fila.
En contra
- La versión base no tiene airbags tipo cortina.
- El manejo es cómodo, pero no propone mucho.
- No tiene cierre automático de seguros.
Dodge Journey GT
$664,900
- Motor: 4 cilindros turbo de 1.5 litros
- Potencia: 169 hp @ 5,000 rpm
- Par: 195 lb-pie @ 4,000 rpm
- Transmisión: Automática de 6 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / disco
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,695 mm
- Consumo en ciudad: 9.1 km/l
- Fabricado en: China
Agradecemos a Off Road México por las facilidades para la realización de la sesión fotográfica. Para más información acerca de sus instalaciones, visita su página web. En Motorpasión México aceptamos vehículos de prueba sólo con fines editoriales. No aceptamos contenido patrocinado a menos que sea claramente especificado como tal.