Suzuki S-Cross 2023, a prueba: un B-SUV que cumple en casi todo, pero sorprende con el precio
Dentro de todo el abanico de opciones en la categoría de los B-SUV, que no son pocas, el Suzuki S-Cross es una de las opciones más desconocidas, y hoy se renueva buscando la revancha. Su nueva generación es fiel a este carácter aventurero y además mantiene el motor turbo. La pregunta es: ¿tiene lo necesario para voltearlo a ver entre más de una decena de competidores?
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Lo que hoy nos presenta Suzuki con el S-Cross 2023 es una nueva generación "como concepto", porque no se trata de un vehículo completamente nuevo como tal, sino algo entre un facelift y una nueva generación. Aunque el auto parece completamente —y el diseño sí es bastante diferente—, a fin de cuentas sigue tomando la base del modelo anterior y, de hecho, si eres observador, notarás que al costado hay elementos como la forma de los cristales, incluso los espejos y hasta los rines que son los mismos que el modelo anterior.
Lo que sí es completamente nuevo es el diseño de la parte de adelante y la de atrás. Esta renovación le queda como anillo al dedo. Llega en el momento adecuado para hacerlo lucir más fresco y sin alejarse mucho de este carácter aventurero que siempre lo ha caracterizado, incluso en aquella época en la que no lo llevábamos S-Cross, sino SX4.
Por proporciones, el Suzuki S-Cross 2023 se mantiene en el punto medio entre un hatchback y un SUV. La silueta me recuerda más a la de un hatchback, pero también hay proporciones ya con más carácter de SUV. Por ejemplo, el frente es bastante alto, cuadrado y me atrevería a decir, incluso, imponente.
En la trasera también vamos a encontrar un diseño completamente nuevo, ahora con calaveras por todo lo ancho del portón de la cajuela y que son en color gris. Este modelo es uno de los más grandes dentro de la categoría de los. SUV, con una talla en torno a 4.3 metros de largo. Es curioso: a simple vista podríamos pensar que es más pequeño que Vitara, cuando en realidad es al revés: hay una diferencia de entre 15 y 20 cm entre un modelo y otro.
Hay mejoras al interior
Tal y como sucede con el exterior, la cabina también se transforma de una manera importante, aunque tampoco es una transformación al 100%. La base sigue siendo la misma del modelo anterior, con elementos muy específicos, como los controles de la climatización y desde luego, algunos elementos de Suzuki de toda la vida, como los botones de las puertas para los cristales o los seguros, y el volante, que lo llevan utilizando ya un buen rato y de momento se mantiene sin cambios.
Lo que sí se transforma es el tablero. Su diseño propone más que antes, tampoco arriesga demasiado; no es un diseño que busque ser o dividir opiniones. Aquí busca, ante todo, la funcionalidad. En primer lugar, por la posición de la pantalla, que ahora es de 9 pulgadas y compatible de forma inalámbrica con Android Auto y con Apple CarPlay. Es el primer modelo de Suzuki ya en incorporar esta nueva pantalla con una interfaz más avanzada.
Ahora, en lo que respecta a calidad, se agradece encontrar algunas piezas suaves y otras que incluso simulan cuero perforado, pero también hay zonas donde resulta raro encontrar plástico rígido y que ya no encajan con un precio de 549,990 pesos.
Donde llega a desquitar más el precio es en el equipamiento, aunque también hay lugar para mejoras. El S-Cross 2023 se vende bajo una sola versión, que incluye climatización automática, llave inteligente, una pequeña pantalla en el cuadro de instrumentos, faros de LED, sensor de luz y de lluvia, control de velocidad crucero, techo panorámico y cámara de visión de 360º.
Completo, pero al revisar la etiqueta de 549,900 pesos, resulta extraño que los seguros no sean automáticos, que no se incluya un espejo retrovisor electrocrómico, que la pantalla del clúster sea pequeña y, sobre todo, que no incluya asistentes avanzados de manejo. Hay modelos 100,000 pesos más baratos que sí las incluyen, o rivales de categoría superior que ofrecen características similares por el mismo precio.
El manejo es su mejor carta de presentación
Hay algunos elementos de este nuevo Suzuki S-Cross que provienen del modelo anterior, entre ellos, la plataforma. Es la misma que antes, aunque sí hubo algunos ajustes tanto en el tacto de la dirección, como en la puesta a punto de la suspensión.
El hecho de llevar la misma arquitectura de antes no tiene nada de malo. Es una plataforma que sigue vigente y que, a pesar de los años, sigue convirtiendo al S-Cross en uno de los B-SUV que mejor se manejan en la categoría. Se siente ágil, con una dirección suave y rápida, una suspensión blanda y que absorbe bien impactos con baches, pero que no genera inclinación excesiva de la carrocería. Transmite mucha confianza.
El motor también es uno de los más interesantes de la categoría. Es el mismo turbo de 1.4 litros del modelo anterior, con 138 hp y 162 lb-pie. Me gusta cómo desarrolla la potencia. Prácticamente no hay turbolag al arrancar, por lo que se mueve con soltura y agilidad; no es explosivo ni deportivo, pero siempre tiene el poder necesario para maniobras propias de un B-SUV.
¿Vale la pena?
Como producto, el Suzuki S-Cross 2023 me dejó muy buen sabor de boca. El nivel de equipamiento es bueno y el manejo me parece su mejor carta de presentación, sobre todo por el motor turbo. ¿Dónde está el pero? En el precio. El coche me gustó, pero por 549,990 pesos me parece que se va por encima de lo esperado, sobre todo al ver que no cuenta con asistentes avanzados de manejo.
Por ese mismo dinero, o incluso menos, encontraremos competidores que también incluyen motor turbo, el mismo —o más equipamiento— y más tecnología de seguridad. O bien, modelos de gama superior, como un Mazda CX-30 o un Volkswagen Taos, con algo más de espacio y marcha más sofisticada.
