En el internet y hasta en la sociedad hay un dicho muy común, uno que cita que aquel hombre que compra autos deportivos extra llamativos, consume y presume de cosas caras con mucho orgullo, lo hace para compensar el tener un pene más pequeño que el promedio. A muchos esto les podría sonar absurdo, pero para un grupo de psicólogos de la University College London, esto podría ser verdad, pues hasta un estudio ya han publicado.
El estudio, que por cierto, puedes encontrar aquí; no ha sido confirmado o replicado por más investigadores, sin embargo, quienes lo publican explican detalladamente su metodología y hallazgos.
Este estudio analizó a 200 hombres entre los 18 y 74 años, sin embargo, no fue tan simple como preguntarles por el tamaño de su pene y que tipo de autos les gustaba, pues de tal forma el resultado podría ser muy predecible ante el autoestima de los participantes.
Por ello los investigadores acordaron diseñar un estudio en el que convencerían a los participantes de estar siendo evaluados en cuanto a su capacidad de recordar cosas en un ambiente multi tarea controlado. Esto consistió de solo leer información mientras constantemente eran interrumpidos por anuncios de internet y algunas encuestas sobre preferencias de consumo de diversos productos.
El contenido de los textos no era cualquiera, tenía sembrados datos incorrectos y manipulados sobre el promedio del tamaño del pene de un hombre, esto con el fin de hacerles creer que el suyo era más pequeño que el de la mayoría, o bien para hacerles creer que era más grande que el de la mayoría.
Con los textos y los cuestionarios sobre hábitos y deseos de consumo los investigadores lograron encontrar varias relaciones claras. En primera instancia notaron como aquellos que recibieron información falsa que les hacía creer que su pene era más pequeño al promedio, tendían a mostrar mayor interés en autos deportivos, especialmente al grupo de 29 años o más.
Mientras que aquellos que recibían información que les hacía creer que estaban mejor dotados que el promedio, mostraban un interés menor en los autos deportivos y objetos de alto valor.
Este estudio no es le primero, en el pasado ya han existido varios que buscan dar respuesta a hipótesis parecidas, analizando el gusto tan marcado de ciertos sectores por camionetas grandes y modificadas, así como relojes caros, ropa llamativa y uso excesivo de joyería.