Existe una serie de factores como el tiempo, la presión, la distancia y el tránsito por mencionar algunos, que se acumulan en nuestra mente provocando el estrés y la pérdida de la calma.
Y lamentablemente todos los que vivimos en las grandes ciudades sabemos muy bien el significado y las consecuencias de estas seis letras.
En la mayor parte de los casos el estrés aparece debido a las grandes demandas que se le imponen al organismo. Algunos de los síntomas más comunes del estrés son: * Estado de ansiedad * Sensación de ahogo * Rigidez muscular * Pupilas dilatadas * Incapacidad de conciliar el sueño (insomnio) * Falta de concentración de la atención * Irritabilidad * Pérdida de las capacidades para socializar con nuestros semejantes.
La conducción es una actividad compleja que exige de mucha concentración al volante, ya que involucra al conductor tanto psicológica como físicamente, por lo que un desempeño correcto en el volante depende no sólo de las habilidades del conductor para dominar su vehículo, sino de un adecuado estado físico para poder percibir adecuadamente las situaciones del camino.
Un conductor estresado no se encuentra en las mejores condiciones para conducir con seguridad, debido a que las exigencias del tránsito lo sobrepasarán fácilmente, aumentando significativamente la tensión y el malestar internos.
Algunos de los factores que van acumulando el estrés al manejar son: * Embotellamiento en el tránsito * Autos que circulan a menor velocidad * Algún auto descompuesto * Molestia con las luces altas de los vehículos que circulan atrás * El semáforo en rojo * Desviación de la ruta
Todo lo anterior produce una sensación de tensión y ansiedad que el conductor trata de liberar con la agresión, manejo a exceso de velocidad, cambios constantes de carril, conducción encimada al vehículo de enfrente, maniobras bruscas y/o choques por distracción, entre otros.
Para reducir el estrés al volante ante una gama de factores que lo provocan, te damos los siguientes consejos:
- Procura salir con suficiente tiempo para cubrir cualquier imprevisto en el camino. El tiempo dependerá del lugar de partida y la rutina a realizar, si usas carretera, atraviesas terracería o si llevas a tus hijos a la escuela. La falta de tiempo y el exceso de tareas son los principales factores que provocan el estrés. Uno de cada 4 conductores manejan estresados.
- La concentración en el volante debes mantenerla por lo menos en un 70% presente para reaccionar ante un imprevisto. En otras palabras, evita responder WhatsApp, consultar tu Facebook o twittear mientras conduces.
- Si vas a realizar un viaje largo, organiza tu equipaje con anticipación. Tómate el tiempo suficiente para verificar que todo está bajo control.
- Lleva tu auto con regularidad a los servicios para que no seas víctima de algún imprevisto en el camino.
- Nunca manejes con el tanque de gasolina con menos de un cuarto de su capacidad, no sabes si tendrás que tomar algún atajo o desviación durante tu ruta establecida.
- La somnolencia es un factor que provoca el estrés al volante. Se recomienda descansar un mínimo de 7 horas diarias.
- Mantener la calma, en medio de un embotellamiento. Hazte a la idea que no hay nada que hacer. Si se te hizo tarde, tómalo con filosofía, el estrés no ayudará a que llegues antes a tú destino, al contrario, aumenta el riesgo de que puedas sufrir algún accidente.
- Si vas estresado por exceso de trabajo, problemas personales o algún otro motivo, haz de tú estancia en el auto un momento para ti, piensa en algo que te guste, en tus seres queridos o escucha tú música favorita.
- Si vas junto a un conductor agresivo o que maneje muy lento, trata de evitarlo ya sea rebasándolo o dándole el paso para siga su camino. Si el pesero, microbus o camión de pasajeros va casi encima de ti, obligándote a que aumentes la velocidad, simplemente hazte a un lado y déjalo que te rebase.
- Evita discutir con los demás conductores, no sabes si van armados, llevan a algún herido a bordo, van en estado de ebriedad o simplemente no logran controlar su estrés al volante.
Bueno ¿y qué pasará si manejo estresado?
Si estás estresado al volante, tu comportamiento puede ser más competitivo, agresivo u hostil, lo que puede dar lugar a provocaciones hacia el resto de los conductores. Bastará con que alguien te voltee a ver, para que intentes bajarte a golpearlo.
Puedes reaccionar con impaciencia e impulsividad, lo que provocará que aumentes la velocidad y que cometas graves errores en la toma de decisiones, además de disminuir la capacidad de anticipación a los eventos del tráfico.
Puede que actúes de forma más imprudente de lo normal y que incluso te hagas más temerario, lo que vendrá acompañado de una menor percepción del riesgo y una mayor tolerancia al mismo.
Tendrás un menor respeto a las normas de circulación y a la convivencia en el tráfico.
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