Muchos usamos lentes de sol o lentes de aumento al estar manejando, por lo que saber si al momento de un accidente estos tienen un riesgo de causarnos alguna lesión es importante.
Empecemos con la lógica. Los lentes de vidrio ya no existen, por lo que el riesgo que se rompan y generen algún tipo de herida a los ojos es prácticamente imposible, sobre todo que se necesitaría un impacto directo y concentrado hacia la lente, cosa que no sucede con las bolsas de aire.
En segunda, para estas alturas ya habríamos escuchado alguna historia terrorífica sobre un nerd o galán manejando que se queda ciego por culpa de las bolsas de aire y sus gafas.
Para ir a la parte científica, citaré a RACE y la Fundación Alain Afflelou, quienes realizaron una prueba de choque en la que se ha analizado la repercusión de utilizar lentes cuando tenemos un accidente y las bolsas de aire estallan.
Un maniquí provisto de lentes se impactó al ir sobre un auto que se movía a una velocidad de 56 km/h. Una función llamada “fuerza de riesgo de rotura del globo ocular”, encargada de medir los daños tanto en los ojos como en la cuenca orbital, arrojo datos conclusos, diciendo que riesgo de sufrir lesiones es prácticamente nula.
Lo interesante es que los lentes inclusive sirven como protección para los ojos contra el polvo y los gases que emanan de la bolsa y el accidente.
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