Hay quienes dicen que Estados Unidos es el país de las oportunidades, pero hay algunos que llevan esto al extremo. El pasado fin de semana ocurrió una persecución a alta velocidad por las autopistas americanas en la que un coche trataba de escapar de las patrullas policiales.
Una más, dirás. Pues te equivocas, porque en este caso la policía estaba tratando de atrapar a un conductor poco habitual, pues era un perro el que estaba sentado detrás del volante.
El perro: el mejor amigo del hombre, y también su chofer
Según han recogido en komonews.com (aquí puedes ver el vídeo), los hechos ocurrieron el pasado domingo 29 de octubre en el estado de Washington. Un coche estaba realizando una conducción errática en la Interestatal 5, provocando algunos accidentes leves con otros vehículos, con al menos dos choques confirmados.
Las autoridades fueron alertadas porque al parecer quien estaba manejando el volante era un Pitbull (la raza de perros, no el cantante) así que, obviamente, salieron a interceptar el vehículo.
Al identificar el coche (un Buick sedán de 1996) y tratar de darle el alto en el Condado de County el conductor humano tomó el volante e inició un intento de huida que se prolongó durante más de 80 kilómetros hasta llegar al Condado de Snohomish. El sospechoso no hizo el más mínimo intento de detenerse, al contrario.
Después de tratar de escapar a más de 160 km/h y abandonar la autopista, el coche con sus conductores (humano y perro) fue detenido gracias al uso de una barrera de pinchos. El hombre no ha sido identificado por la policía pero sí se ha revelado que tenía 51 años de edad y que el propósito de su aventura era enseñar a conducir a su perro, para lo que le sentó sobre su regazo y le cedió los mandos.
El hombre se enfrenta ahora a cargos por conducir bajo los efectos de drogas y alcohol, conducción temeraria y huir del lugar de un accidente. El perro también fue 'arrestado' pero lo que no sabemos es si el perro también será acusado de alguno de estos cargos.