¡Córrele que se nos hace tarde para llegar a la posada! ¡Mira nada más cuánta gente hay en este centro comercial! ¡Mira qué tráfico, típico de esta temporada! ¿Te suenan conocidas estas expresiones? En efecto, son las que todos decimos en algún momento de la época navideña.
De acuerdo a Cesvi, prisas, estrés y situaciones emocionales provocan accidentes vehiculares en esta temporada de pavo, romeritos, bacalao, regalos, ponche y uno que otro “trago coqueto”.
El Centro de Experimentación y Seguridad Vial afirma que durante este mes y el inicio del año nuevo (el maratón Guadalupe-Reyes, pues), se manifiesta un incremento en la movilidad de la gente, mayores niveles de estrés y situaciones emocionales más intensas, lo que se traduce en conductas aceleradas por parte de muchos conductores y peatones, lo cual propicia a su vez un incremento en los accidentes vehiculares en estas fechas.
De acuerdo a Cesvi y al Escuadrón de Rescates y Urgencias Médicas, en este periodo los accidentes viales aumentan entre un 20 y un 40% en relación al resto del año.
¡Apúrale que se nos hace tarde para la pachanga!
De igual forma, los organismos afirman que los compromisos sociales, típicos de esta época propician que la gente tenga una actividad más intensa y se haga todo de forma más acelerada.
Manejar más rápido, no ceder el paso a los peatones o automovilistas, caminar más aprisa por la calle son sólo algunas de las situaciones que predominan en la temporada decembrina.
Aunado a lo anterior, el mayor consumo de bebidas embriagantes produce una combinación que genera mayores riesgos al conducir y al caminar por las calles. Por esta razón, Cesvi México hace las siguientes recomendaciones para evitar la presencia de altos niveles de estrés:
Levantarse más temprano o salir lo antes posible a cualquier tipo de compromiso, es decir anticipar cualquier contingencia de tránsito.
Procurar dormir bien en estas fechas, o por lo menos no desvelarse de forma constante.
No comprometerse a asistir a todos los eventos. Tratar de priorizar nuestras actividades y tratar de no querer ser el alma de todas las fiestas.
Tratar de mantener en estas fechas un ritmo de vida lo más convencional posible, es decir, hacer ejercicio, alimentarse saludablemente y evitar en lo posible la ingesta excesiva de alcohol y de combinarlo el volante.
Realizar actividades relajantes cuando no se esté en el trabajo o próximo a un compromiso, como caminar pausadamente, escuchar música o charlar con la familia y amigos.
En caso de salir a carretera en este periodo, tratar de anticipar las salidas para no conducir fuera de los límites de velocidad.
Vía | CESVI
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