Cuando recibimos el Volkswagen Vento TDI en el garaje de Motorpasión ya teníamos en mente organizar una prueba como Dios manda para descubrir hasta los más íntimos secretos de este sedán que ha escalado rápidamente en el ranking de ventas en México, por lo menos en su versión a gasolina. El objetivo era comprobar si de verdad se puede coronar como el subcompacto más rendidor del segmento y, de paso, escribir el segundo capítulo de los Roadtrip Motorpasión™.
En esta ocasión el mapa nos llevaría hasta Valle de Bravo, una de las principales atracciones turísticas del Estado de México, donde se pueden practicar muchísimas actividades al aire libre en un ambiente familiar rodeado de naturaleza. El despertador sonó a las tantas de la madrugada para que a las 6:45 de la mañana estuviéramos listos para partir rumbo a la carretera de Toluca.
Enamorado del diésel en 3, 2, 1...
El D.F. se encontraba particularmente vacío; no muchas personas están despiertas a esas horas en domingo. El trayecto hacia la autopista México-Toluca se nos fue en cuestión de minutos imaginando cómo sería la vida si tan solo la ciudad estuviera así todos los días a todas horas. Volviendo a la realidad y ya entrados en la autopista pudimos comprobar la magia de los motores a diésel.
La altura de más de 2,200 metros sobre el nivel del mar no afecta la respuesta del motor gracias a la presencia del turbocompresor. Además la entrega de torque es prácticamente inmediata, las 184 lb-pie que desarrolla este pequeño bloque de 1.6 litros están disponibles con el motor girando a sólo 1,500 revoluciones. En palabras coloquiales: No hay que pisarle para que el auto se sienta sobrado de fuerza, y eso se agradece en rebases e incorporaciones a vías rápidas. La gran entrega de torque también se traduce en un considerable ahorro de combustible: a mayor torque, menor esfuerzo por parte del motor para mover la masa de 1,187 kilos más pasajeros.
La ruta continuó por el Libramiento "Ruta de la Independencia Bicentenario" justo entrando a la Ciudad de Toluca. El trayecto de casi 30 kilómetros es prácticamente recto y el pavimento está en excelente estado, por lo que resulta muy agradable conducir ahí. Se pueden alcanzar ritmos bastante "alegres", pero siempre hemos sido de la idea de que la seguridad es primero, además éramos conscientes de que el Volkswagen Vento TDI no es un auto deportivo, aunque sí es uno de los más divertidos de su segmento: La dirección no es tan anestesiada como la de un Versa, por ejemplo, y a altas velocidades el conjunto mantiene la compostura; le hace justicia al diésel que lleva bajo el cofre.
La fiesta se terminó a los pocos kilómetros recorridos. El reloj aún no marcaba ni las 8 de la mañana, así que la niebla todavía densa no tenía la intención de disiparse. Prendimos los faros de niebla, las intermitentes y subimos el volumen del estéreo.
"Señores, llegamos a Valle"
Llegamos a desayunar a Valle de Bravo pasadas las 9 de la mañana, tras un trayecto bastante divertido. Aunque nos han recomendado la zona del embarcadero y del centro del pueblo, decidimos parar en el primer establecimiento que encontramos a las orillas de Valle porque el hambre pudo más que la espera. Comimos quesadillas y sopes que nos mantendrían con dinero y energía para aguantar el largo día que nos esperaba.
Las calles que nos llevarían a nuestra primera locación tenían un pavimento maltratado no tenían pavimento, en su lugar estaba un camino empedrado que nos permitió medir dos cosas: la capacidad del Vento para filtrar las irregularidades del camino y la calidad de sus ensambles. En el primer apartado no tenemos quejas, todo lo contrario, pisaba con seguridad sin el "lancheo" que se podría esperar de un auto de este segmento. El segundo apartado, el de calidad, sí tiene sus bemoles. La calidad de los plásticos es sobresaliente; la mayor parte son duros —común en el segmento— pero la pantalla táctil y los detalles cromados crean una atmósfera agradable. Los ensambles parecen sólidos, pero se llegaron a escuchar ruidos provenientes del tablero al circular por estas calles empedradas; sobre el pavimento de la ciudad —que tampoco es el mejor— prácticamente no se oye más que la desentonada sinfonía del motor a diésel. Otro detalle es que el volante producía un ruido extraño cuando se movía lento. De ahí en fuera, el Vento es uno de los sedanes subcompactos mejor construidos.
Equipamiento del Volkswagen Vento TDI
El equipamiento del Vento TDI en su versión más equipada es bastante completo. Los vidrios, espejos y seguros son eléctricos, además tenemos computadora de viaje, aire acondicionado automático y un sistema de infoentretenimiento compuesto por un equipo de sonido con lector de CD, MP3, entrada auxiliar, streaming vía Bluetooth y ranura para tarjeta SD, pero no tiene puerto USB. Además tenemos manos libres y un sistema de navegación bastante completo, aunque pasando el municipio de Villa de Allende perdió la ubicación. De ahí en fuera, sin problemas. Seguimos echando de menos los controles de audio y de velocidad crucero al volante, pero Volkswagen decidió no incluirlos por cuestiones de costos.
Continuará... Continúa
Fotografía | Gerardo García