“Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”, reza el conocido refrán, el cual aplica a la perfección en este caso, donde Bosch se erige como el fabricante que suministró en el 2007 a Volkswagen el dispositivo y el software que alteraron los resultados de pruebas anticontaminantes ¡PERO! Desde un principio, el fabricante alemán especificó que estos eran de prueba y que instalarlos en los modelos de serie era ilegal.
Toda esta información fue dada a conocer por el diario alemán Bild am Sonntag, que además confirmó que la empresa Bosch, habría proporcionado a Volkswagen este dispositivo "previsto únicamente para pruebas [internas]".
Sin embargo, de acuerdo a un portavoz de Bosch que fue entrevistado por el periódico alemán, la reacción de Volkswagen a estas advertencias fue: apelar a la "confidencialidad" en las relaciones comerciales con el constructor alemán.
El corolario de este hecho todos los conocemos: Volkswagen instaló el software en cerca de 11 millones de vehículos, gracias a lo cual lograron que las emisiones parecieran menos contaminantes. La verdad salió a flote y ha acarreado consecuencias devastadoras para el constructor de autos con sede en Wolfsfburg, Alemania.
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