Es cierto que Volvo ha decidido volver a tomar el camino que lo lleve hacia un mejor desempeño en atracción de clientes y número de ventas a nivel mundial, también es cierto que la nueva Volvo XC90 que pudimos probar hace algunos días es un claro ejemplo del rumbo hacia donde se están dirigiendo los esfuerzos. Dentro de esta estrategia, un punto importante para la marca es la compra de la también sueca Polestar.
Esta empresa que a partir de ahora es parte de Volvo ya tiene una historia de trabajo en conjunto con la marca de autos desde el año 1996, cuando comenzaron a colaborar en el deporte motor y posteriormente en el desarrollo en conjunto de versiones Polestar de autos Volvo combinando así el confort y buen manejo de un Volvo con el toque de potencia y estilo de Polestar.
"Conducir un Volvo Polestar es una experiencia muy especial. Por eso hemos decidido llevar esta experiencia a un mayor número de conductores de Volvo, dedicando todos nuestros recursos al desarrollo de Polestar, que será el nombre de la versión de nuestros vehículos más potentes" ha declarado Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo Cars.
Para este 2015, Volvo planea vender un total de 750 automóviles con apellido Polestar en el mundo, para el próximo año y luego de la completa adquisición de Polestar, se esperan comercializar entre 1000 y 1500 automóviles con este tipo de preparación especial.
Esta compara significa que Volvo quiere tomar las riendas de lo que pudiera ser en un futuro una clara línea de productos que se diferencien de las versiones normales, muy al estilo de Mercedes Benz y AMG. Suena bien, y si todo estos movimientos por parte de Volvo mejorarán la percepción de los clientes sobre la marca, el futuro será mejor de lo que han venido viviendo en los últimos años.
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