En 2010 Audi nos sorpendió con el Quattro Concept, el cual fue cancelado debido a que los recursos del proyecto se utilizarían para desarrollar una Crossover Coupe. Tres años después llega el Sport Quattro Concept, una versión superior al antecesor pero, en mi opinión, no mejor.
En el departamento visual el Sport Quattro difiere de su antecesor en las nuevas y más grandes tomas de aire laterales frontales, así como la remosión de la toma del cofre. Los faros traseros y deltanteros han sido residseñados y las llantas portan nuevos rines. A pesar de esto, la estética es muy similar entre los dos autos aunque el Sport Quattro es más largo, ancho, alto, y con una distancia entre ejes más amplia. A pesar de sus 1,850 kg de peso, la construcción del auto es ligera. Esta se caracteriza por una célula de ocupantes hecha en acero ultra fuerte y elementos estructurales de aluminio, algunos paneles de la carrocería hechos en ese mismo material y otros en polímero reforzado en fibra de carbono. Pero el aumento de peso es de 550 kg en relación al concepto anterior.
El Sport Quattro porta bajo el cofre un V8 de 4.0 litros de 552 hp y 512 lb/ft de torque así como con un motor eléctrico en forma de disco que añade 148 hp t 295 lb/ft. En conjunto producen 700 hp y 807 lb/ft que gracias a una transmisión Tiptronic de 8 velocidades y el sistema Quattro, manejan a las cuatro ruedas. El Audi acelera de 0-100 km/h en 3.7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 305 km/h cuando ambos motores trabajan al máximo en conjunto.
Digo que el Sport Quattro no es mejor a su antecesor, ya que el gran aumento en caballaje únicamente se traduce en una aceleración de 0-100 km/h 0.2 segundos más rápida que el auto de 2010. La única mejora es en el consumo, ya que con el precio extra no pienso que el dinamismo del auto sea superior.