Siempre es sorprendente escuchar que tal o cual modelo es el más rápido que su fabricante haya creado. Cuando hablamos de Bentley, hasta el más "austero" y "lento" de sus productos ya nos resulta asombroso. ¿Qué podemos decir cuando la propia firma de superlujo nos presenta al Flying Spur W12 S como el sedán más rápido en su historia?
En sí, este Flying Spur podría parecer como cualquier otro gracias a los diferentes niveles de personalización que ofrece Bentley, pero en exclusiva para el W12 S, tenemos parrilla en acabado Beluga gloss, un difusor trasero especial y algunas piezas en fibra de carbono (opcionales, eso sí). Al conjunto se suman faros y calaveras tintados, rines de 21" con diseño de siete brazos, con opción a unos de cinco.
Amortiguación, suspensión y ESP fueron puestos a punto de manera especial. Se puede pedir con frenos carbonocerámicos.
Y si el exterior no fuera lo suficientemente especial, el motor biturbo de 12 cilindros de 6.0 litros fue puesto a punto para aumentar su potencia hasta los 626 hp y 605 lb-pie de torque, disponibles desde las 2,000 revoluciones. Así, además de alcanzar los 100 km/h en 4.5 segundos, el Flying Spur W12 S se convierte en el primer Bentley en alcanzar una velocidad máxima de 200 mph (325 km/h).
La tecnología está presente tanto en favor de la mecánica, como del confort. Por un lado tenemos un sistema de tracción integral que reparte la fuerza un 40% al frente y 60% atrás; por el otro, control del sistema de infotenimiento desde las plazas traseras y conexión WiFi para viajes largos.
Bentley no ha anunciado cuánto pedirá por cada una de estas unidades, ni ha especificado cuántas se fabricarán, pero ten por seguro que no serán nada baratas. Las primeras entregas tendrán lugar a finales de este mismo año.