En 112 años de historia, Cadillac nunca había creado un modelo tan poderoso como el que estás a dos párrafos de conocer. Si el Cadillac CTS-V de generación anterior causaba conmoción entre los amantes de la conducción deportiva, esta nueva generación tiene verdaderas razones para que los deportivos alemanes comiencen a temblar.
Como si se hubiera caído del trineo de Santa Claus antes de tiempo, el Cadillac CTS-V 2016 es dado a conocer previo a la Navidad, con toda la información y muchas fotos, todo previo a su lanzamiento oficial, programado para mediados de enero durante el Auto Show de Detroit, a lado del Cadillac ATS-V del que ya te hemos hablado.
Del wannabe, al auténtico deportivo
No son pocos los autos que en sus versiones deportivas adoptan falsos detalles en fibra de carbono y alerones que no sirven ni para imitar a los auténticos deportivos que saben que la forma siempre obedece a la función; la estética es sólo una bonita consecuencia.
Bajo esa premisa, todas las modificaciones que recibió el Cadillac CTS-V obedecen a una función específica. El cofre —fabricado en fibra de carbono— incluye una salida de aire que permite expulsar el aire caliente del motor y evita que el auto se alce al conducir a velocidades considerables; el aire sale por encima y no por abajo del auto.
Por su parte, las fascias ofrecen un comportamiento aerodinámico óptimo y tomas de aire más grandes para proveer de aire a la fiera supercargada que se esconde detrás de la parrilla. Las salpicaderas también son más grandes, para dar lugar a las enormes llantas Michelin Pilot Super Sport con rines de 19 pulgadas.
De manera opcional, el Cadillac CTS-V ofrece el paquete Carbon Fiber, que incluye un parachoques más agresivo, difusor trasero, spoiler y un cofre específico que beneficia tanto a la aerodinámica como a la reducción de peso.
640 caballos y prestaciones de miedo
En el V8 supercargado del Cadillac CTS-V hay más caballos de fuerza y libras-pie que en el V8 biturbo de 5.5 litros de Mercedes-Benz o que en el motor de 4.4 litros biturbo de la división M de BMW. Sí, Cadillac sabe que las comparaciones, por odiosas que puedan llegar a ser, son necesarias. Por eso nos facilitó la tarea al mencionar su superioridad numérica sobre los alemanes. Ya veremos si prevalece en pista.
El corazón de la bestia es un V8 de 6.2 litros —sí, como en el Corvette Z06— de 640 caballos de fuerza y 630 lb-pie de torque. Las gracias se le dan al supercargador de 1.7 litros que, pese a ser más compacto, es más eficiente que su antecesor. Con este nuevo duo dinámico, es posible girar a más revoluciones y recibir el boost desde más abajo en el tacómetro. Así, con el punch extra, el Cadillac CTS-V alcanza los 100 km/h en cosa de 3.7 segundos, y no se detiene hasta que el velocímetro no marque la nada modesta cantidad de 322 km/h.
Entre las muchas preparaciones especiales que recibe esta poderosa máquina, destaca la adopción de aluminio Rotocast A356T6 para las cabezas de los cilindros, para que sean capaces de soportar la potencia desarrollada por el conjunto y la presión generada por la inducción forzada gracias a su resistencia al calor y a su construcción más sólida.
Para enviar toda esta fuerza al eje trasero, el Caddi recurre a un diferencial electrónico de deslizamiento limitado y a una transmisión automática de 8 velocidades con cambios al volante. Entre sus funciones, esta caja ofrece Launch Control y Performance Algorithm Shifting para una conducción más deportiva. Y, aunque agresiva, la transmisión puede comportarse de una manera muy sutil porque al final está montada sobre un auto que, antes de ser deportivo, fue (y es, asegura Cadillac) coche de lujo.
Poco a poco, los americanos van aprendiendo que a veces la técnica vence a la fuerza. Sí, los muscle-car broncos siguen resultado divertidos y se apegan al auto ideal de muchos, pero en la pista se requiere algo más preciso si quiere mirar por el retrovisor a los deportivos alemanes.
El Cadillac CTS-V no sólo recibió potencia a lo bestia, también adoptó mejoras en el chasis para soportar su nueva fuente de poder. Aunque la distancia entre ejes es la misma que los modelos no pertenecientes a la división V-Series, las llantas más anchas aseguran mayor estabilidad y una mejor sensación en la dirección, que resulta 14% más rígida para apuntar con mayor precisión. Además, la rigidez estructural se aumentó un 25%, siendo capaz de soportar una aceleración lateral de casi 1g.
La cumbre de la tecnología en materia de desempeño es la suspensión Magnetic Ride Control de tercera generación. Ahora se adapta un 40% más rápido al camino, permitiendo que el pavimento no condicione el comportamiento del CTS-V. De cualquier forma, el chasis es ajustable y ofrece cuatro programas: Tour para los buenos modos en el día a día, Sport para que los lunes en camino a la oficina no sean mayor desgracia, Track para pista y Snow para invierno.
Como el deportivo entregado a la pista que es el Cadillac CTS-V, cuenta con el sistema Performance Traction Management que entra en acción al seleccionar el modo Track. Permite seleccionar entre 5 programas de reducción de torque e intervención de los frenos en pista.
Y bueno, también hay que comer...
Por desgracia, no todo en la vida son track days. Quien puede permitirse un Cadillac CTS-V seguro pasa un buen rato del día en la oficina y necesita un auto "civilizado" que pueda transportarlo de un lugar a otro en la ciudad. Ahí es donde Cadillac ofrece el lado amable de su nuevo V-Series, cuyas raíces de vehículo de lujo siguen vigentes en la cabina.
Por un lado, los detalles racing nos recuerdan que no estamos al volante de cualquier Cadillac. Encontramos asientos deportivos (Recaro de manera opcional), detalles en fibra de carbono y un sistema de entretenimiento que incluye el programa Performance Data Recorder que permite al piloto grabar en alta definición su experiencia dentro y fuera de la pista, lista para ser compartida en redes sociales.
Por el otro, las cinco espaciosas plazas, el sistema de sonido Bose Sorround, recarga inalámbrica de la batería del teléfono, sistema OnStar con Wi-Fi, navegador, sistema de entretenimiento CUE con pantalla de 12.3 pulgadas y asientos delanteros calefactables, ventilados y con ajuste de 20 vías nos recuerdan que, al final del día, seguimos a bordo de un nada ligero, pero muy potente coche de lujo de 1,880 kilos.
A nivel seguridad, el Cadillac CTS-V ofrece monitoreo de punto ciego, alerta de colisión, alerta de abandono de carril, sensor de reversa con tráfico transversal y asistente de estacionamiento automático.
Precio y disponibilidad del Cadillac CTS-V
De momento, el precio aún es una incógnita. Seguramente será bien entrados en 2015 cuando la firma norteamericana dé a conocer los precios y mercados en que se ofrecerá el CTS-V. De momento, frota tus manos y espera a finales del verano del próximo año, cuando será lanzado al mercado estadounidense.
En Motorpasión México | Contacto: Cadillac CTS 2014